Bateo y corrido

El presidente Danilo Medina consiguió su reelección, y apenas hizo un atisbo de celebración. No fue tal. La gente debió dispersarse sin entusiasmo. Fue un triunfo sin goce. Pero el hombre no se para. Sigue con su rutina. No bien pasaron las elecciones

El presidente Danilo Medina consiguió su reelección, y apenas hizo un atisbo de celebración. No fue tal. La gente debió dispersarse sin entusiasmo. Fue un triunfo sin goce. Pero el hombre no se para. Sigue con su rutina. No bien pasaron las elecciones y ya estaba reanudando sus visitas sorpresa. La última fue en Iguana Arriba, provincia Peravia. El encuentro habitual y compartiendo selfies con vecinos y vecinas. Es decir, el mismo ritmo, en el mismo tren y con el gran caballo de batalla: las visitas sorpresa. Es un afán imparable del que probablemente dará que hablar en un período que no termina cuando todavía el próximo tampoco comienza. Es bateo y corrido.

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