Damos la bienvenida a los periodistas y editores que nos visitan con motivo de la celebración de la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Punta Cana, República Dominicana, desde mañana viernes hasta el próximo lunes 11 de este mes.

Se trata de un encuentro donde editores y directores de periódicos analizan temas de actualidad del mundo mediático y de manera fundamental se pasa revista al estado de la libertad de prensa en América.

Estos encuentros siempre son importantes, toda vez que sirven para intercambiar información acerca de los avances tecnológicos en la industria, y sobre los procesos de búsqueda y difusión de contenidos informativos.

Este coloquio, como ocurre con los de más reciente data, será muy útil dada la velocidad con que se producen los cambios en un mundo cada vez más determinado por una competencia que no sólo se afirma en la calidad, sino en las nuevas tecnologías que hacen de todos los ciudadanos emisores de contenidos noticiosos, lo que reta cada vez más las destrezas creativas de quienes siguen apostando a los medios como una oportunidad de negocios con vocación de servicio público.

Bienvenidos, señores miembros de la SIP.

Médicos y gobierno

nada más deseado para la sociedad dominicana que un entendimiento entre los profesionales y técnicos de los servicios de salud y el gobierno.

La noticia de que esta semana o la próxima se producirá un encuentro entre responsables del gobierno y esos servidores es muy buena.

Prueba que las partes quieren desechar lo que nadie desea: la confrontación. Entienden muy bien que como cualquier ser humano del mundo, valoran un servicio clave: la salud.

Aplaudimos esa reunión. Y lo más importante, que deje resultados; que las partes no den resquicio a la frustración.

Que razonablemente busquen soluciones, con un aguzado sentido de la realidad, conscientes todos de los límites y posibilidades que tienen al alcance.

“Nos complace recibir una vez más a la delegación haitiana para esta nueva sesión del diálogo, que esperamos nos permita seguir avanzando en la agenda conjunta que nos hemos trazado”. Con el mejor ánimo que encierran estas palabras del ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo damos la bienvenida a las autoridades de Haití que nos visitan para continuar un proceso de conversación iniciado el año pasado.

Este encuentro de hoy, que viene a ser el seguimiento de los anteriores al más alto nivel, era necesario, tal y como planteamos en el editorial del pasado 2 de julio, en el que sosteníamos que ese proceso de diálogo no se podía quedar sin un punto final, “una suerte de formalidad que sugiera que efectivamente los dominicanos y los haitianos sentaron las bases para una relación tranquila, de cooperación y progreso”.

El encuentro de hoy, que no debe ser necesariamente el último, devuelve la comunicación a una nueva fase, a un plano tranquilo, ya libre de las tensiones que se originaron tras la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

Fue esa decisión que dio lugar a que los haitianos y los dominicanos se sentaran a hablar sobre asuntos comunes. Siempre sostuvimos que difícilmente se llegaría a término si no se consideraba la cuestión migratoria. Ese obstáculo ha sido salvado con la ley 169-14 y los reglamentos supletorios que habrán de implantarse para facilitar el proceso de naturalización para favorecer a los inmigrantes ilegales haitianos.

Ese es un aspecto importante que ha sido salvado, pero quedan materias propias de las relaciones bilaterales con todas sus implicaciones, que deben completarse y que tienen que ver con los asuntos comunes para el desarrollo en la isla, como aduanas, comercio y seguridad, medio ambiente, salud, agricultura y todo cuanto sea importante para el bienestar de los pobladores a ambos lados de la frontera.

En consecuencia, satisface que de nuevo dominicanos y haitianos se junten a hablar para el bien común. Y que se afirmen y profundicen las bases para unas relaciones de cooperación y amistad, en un ambiente tranquilo de solidaridad y hermandad, como debe ser.

En ese temperamento, saludamos la delegación haitiana.