El próximo mandatario de Chile, Gabriel Boric, se refirió al proyecto de la Pensión Garantizada Universal (PGU), señalando que si bien las jubilaciones deben mejorar, la normativa presentada por el Gobierno de Sebastián Piñera «tiene un problema, que es el financiamiento».
La semana pasada, la Comisión de Hacienda del Congreso aprobó la propuesta oficialista, cuya ley deberá ser votada por la Cámara de Diputados el próximo 3 de enero. Boric, quien llegará al Palacio de La Moneda en marzo, todavía ocupa su banca de legislador en el recinto, representando a la sureña Región de Magallanes y la Antártica.
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En concreto, el proyecto de Piñera estipula un ingreso de entre 50.000 y 185.000 pesos (58 y 216 dólares), para personas con más de 65 años, que no pertenezcan al 10 % más rico dentro de su franja etaria, que acrediten 20 años de residencia —contados desde los 20 de edad— y que reciban una pensión menor a un millón de pesos (1.170 dólares). Así, el dinero percibido aumenta o disminuye según el grado de vulnerabilidad del ciudadano mayor.
De esta forma, la PGU pasaría a reemplazar los beneficios del Pilar Solidario, como la Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario, que no alcanzan los montos que contempla este proyecto de ley. El actual ministro de Trabajo, Patricio Melero, indicó que la pensión universal se sumaría a la pensión base que ya perciben los chilenos.
«Los gastos permanentes deben financiarse con ingresos permanentes»
Desde el oficialismo, afirman que la PGU costará un 0,9 % del Producto Bruto Interno (PBI). Los cambios se costearían con el Impuesto a la Renta, el Impuesto a la Herencia, reduciendo créditos a empresas constructoras y reorientando el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP), entre otras fuentes. Sin embargo, son muchos los congresistas que plantean reparos y tienen varias dudas sobre el financiamiento, incluyendo a Boric.
«Creo que estamos todos de acuerdo de que tenemos el deber de que las pensiones de los chilenos y chilenas suban, y que no hay pelea política que justifique que los chilenos y chilenas que han trabajado toda su vida, sigan con pensiones de miseria«, expresó el dirigente de izquierda.
«Lo que ha presentado el Gobierno hasta ahora, creemos que avanza en una dirección correcta, en la idea de una Pensión Garantizada Universal», señaló. Sin embargo, aclaró que bajo su gestión, se va «a trabajar para que sea un monto más alto, que le entregue dignidad a todas las personas mayores«.
Sobre cómo se va a costear el nuevo sistema de pensiones universales, el mandatario electo señaló: «En conjunto con nuestro consejo asesor económico, tenemos un compromiso con la convergencia fiscal». Al respecto, añadió que «los gastos permanentes deben financiarse con ingresos permanentes, porque sino es pan para hoy y hambre para mañana».
Boric pretende una reforma tributaria de forma previa
Frente a esta controversia legislativa, Boric avisó que pretende entablar «todas las conversaciones que sean necesarias en el Parlamento con el Gobierno, para buscar solucionar este problema». Y acotó: «No podemos aprobar algo a última hora, si es que no vamos a poder financiarlo de aquí en adelante».
Según el referente de Apruebo Dignidad, es fundamental modificar el sistema de impuestos en Chile, para poder otorgar una asistencia estatal más equitativa: «Es importante la reforma tributaria, tenemos un acuerdo bastante transversal respecto a terminar las exenciones y a disminuir la evasión que hoy existe. Sin tener aprobado eso, es difícil hoy día plantearse una aprobación que, bajo mi punto de vista, sería irresponsable en el futuro».
Ante las críticas, el actual ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, sostuvo que «el proyecto de Pensión Garantizada Universal está completamente financiado».
