Los cables del tendido eléctrico cuelgan como telarañas y casi rozan el suelo en el barrio María Auxiliadora del Distrito Nacional.La situación pone en peligro a los moradores de la calle Albert Thomas casi esquina Barbarín Mojica, especialmente a los alumnos de un colegio cercano que cada día se ven precisados a caminar por allí.
“Los muchachos que salen del colegio no saben y agarran los cables”, afirmó María Martínez.
La señora, que lleva más de 30 años residiendo en el sector, recordó que hace cinco años un niño murió electrocutado al entrar en contacto con un alambre en la calle Samaná.
“Mire, todos esos alambres están en el suelo, eso es un peligro para la gente que cruza por ahí, uno reporta pero no pasa nada, quizás cuando ocurra otra desgracia van a venir a reparar esto”, afirmó.
La señora agregó que también es frecuente que los cables se incendien. “Eso se prende a cada rato, anoche tiró muchas chispas para abajo. Una señora que venía de la iglesia le cayó encima, suerte que ella corrió y no le pasó nada”.
Personas consultadas dijeron que apenas reciben cuatro horas de energía eléctrica, lo que también les afecta para abastecerse de agua.
