Caos en el elevado Gómez con Ovando

La parte baja del elevado de la avenida Máximo Gómez con Ovando es usada como un mercado cualquiera que también sirve de albergue a indigentes.

La parte baja del elevado de la avenida Máximo Gómez con Ovando es usada como un mercado cualquiera que también sirve de albergue a indigentes.Las isletas del paso a desnivel están ocupadas, de sur a norte, por vendedores de chucherías, frituras, frutas, vegetales y choferes del concho, que aprovechan su sombra para en sus ratos libres sentarse a jugar dominó.

La arrabalización se extiende hasta las aceras contiguas, donde también una gran cantidad de vendedores, en su mayoría haitianos, obstaculizan el paso de los peatones que se ven obligados a caminar por la calle.

Con carritos de supermercado cargados de lechosa, guineo, naranja, verduras y víveres, una parte de las haitianas, que antes que se levantara un importante centro comercial, ofertaban sus productos en la acera, se mudaron a la isleta baja del elevado.

Junto al gran movimiento de personas y vehículos, que confluyen en la intersección de la Ovando con Gómez, también concurren vendedores de café, té, y hasta de pinchos de carne y salchichas a la parrilla.

“Lo que pasa es que aquí no hay autoridad, que deja, que eso suceda y también una falta del Estado que se olvida de la población”, dice Simeón Estévez, que cada día asiste al deprimente espectáculo.

Una lumbrera en la basura

Entre una montaña de cartones que le sirven de cama y rodeada de media docena de perros y un par de gatos, vive doña Victoria Jiménez, una de las inquilinas del elevado.

Con lágrimas en los ojos, la anciana dice que la necesidad la llevó a vivir en la calle donde sufre maltratos y vejaciones de todo tipo.

No siempre su vida fue así, ya que fue empleada durante uno de los gobiernos de Balaguer, habla francés  y conoce la historia dominicana como pocos.

Con una mente prodigiosa y un discurso de dirigente político, Victoria repasó de memoria y con detalles los principales hechos históricos del país, desde el descubrimiento de América, pasando por la Independencia Nacional, hasta los hechos de la historia reciente.

Solicitó al Despacho de la Primera Dama un techo para vivir.

 “Yo soy un alacrán debajo de la basura, si la Primera Dama me da fuerza va a ser presidenta”.

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