Santiago. Con la presencia de varios obispos, el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Ramón Alfredo de la Cruz Baldera celebró los 25 años de ordenación sacerdotal.En la eucaristía ofrecida en la iglesia la Anunciación y que fue presidida por el obispo emérito de San Francisco de Macorís, Jesús María de Jesús Moya, fue destacada la labor pastoral en favor de la sociedad desarrollada por De la Cruz Baldera. En su discurso de agradecimiento el actual rector de la PUCMM, agradeció el apoyo brindado a lo largo de sus carrera por los obispos Moya, quien lo ordenó como sacerdote, así como Fausto Mejía Vallejo y Francisco Osoria, de quienes dijo fueron sus motivadores. Al hablar de monseñor Agripino Núñez Collado lo calificó como “rector de los rectores”, por su labor académica y la forma prudente en que se ha manejado.
Respaldo
A la celebración asistieron monseñor Víctor Masalles, el arzobispo de Santiago, Freddy Bretón; los obispos Fausto Mejía, de San Francisco de Macorís; Julio César Corniel Amaro, Puerto Plata; Francisco Osoria, de San Pedro de Macorís; Diómedes Espinal, de la diócesis Mao-Montecristi. También Valentín Reynoso, obispo auxiliar de Santiago; Rafael Felipe y Antonio Camilo, obispos eméritos de Barahona y La Vega, y monseñor Agripino Núñez Collado, ex rector de la PUCMM.
Igualmente, acudieron a la actividad el empresario Manuel Estrella, del grupo Estrella, el alcalde Gilberto Serulle y el político Eduardo Estrella, así como familiares del sacerdote, entre otros. Antes de ser nombrado rector de la PUCMM en esta ciudad, el pasado mes de diciembre de 2014, el reverendo De la Cruz Baldera fue rector de la Universidad Católica Nordestana y desempeñó varias funciones en diferentes entidades públicas y privadas.
De la Cruz se preparó en Alemania
El reverendo Ramón Alfredo de la Cruz Baldera se graduó de licenciado en Filosofía en la PUCMM en el 1985 y luego se trasladó a la ciudad de Bonn, Alemania, donde estudió el idioma alemán en la universidad Friedrich-Wiehelm. En el 1990, se colocó en la antesala del sacerdocio, ordenándose diácono en Alemania. En todas sus funciones se le reconoce por su eficiencia.
