Celinés Toribio ha concebido mostrar la vida y obra de la “Reina del Technicolor”, María Montez, a través de la magia del cine, donde la actriz barahonera dejó su estampa. El esfuerzo de Toribio ya había merecido elogios prematuros, como el que recientemente hizo Oliver Stone, una autoridad en el séptimo arte que ha ganado tres Oscar y cinco Globos de oro. “Basado en las escenas que he visto de la película María Montez, el cine dominicano va por buen camino, está bien cuidado, bien iluminado, con un gran valor de producción y exhibe además buen manejo de cámara”, dijo Stone en su reciente visita al país.
De hecho, estas mismas son las luces que ha logrado Celinés y su equipo en todo el trayecto de la película: excelente iluminación, una banda sonora destacada y una buena fotografía lograda en locaciones de la República Dominicana que recrean interesantes ambientes de Nueva York, Francia y Hollywood, para evocar los años 40, la época de mayor esplendor de la actriz María Montez. Es bueno resaltar, eso sí, la adecuada música de Alex Mansilla.
Adaptar el lenguaje actual de la cinematografía dominicana a ese diario vivir de los años 40 era uno de los mayores retos. Se necesitaban grandes recursos económicos para rodar en base a la escenografía que se ameritaba, por lo que se entienden algunos fallos, sobre todo en el vestuario.
Si bien es cierto que en el biopic sobre María Montez, dirigido por el español Vicente Peñarrocha con el guión de Alejandro Andújar, resaltan actuaciones que merecen elogios como la de Maridalia Hernández (tomando en cuenta que debuta en el cine), Ben Temple, Leonel Auguste, Gines García Milan, Adrián Más, entre otros, no menos cierto es que la debilidad radica en la conceptualización del guion, que solo cuenta una trayectoria a medias y deja tantas lagunas al espectador que no conoce por qué a esta leyenda del séptimo arte le llamaban “La Reina del Technicolor”, y mucho menos entenderán cuáles dimensiones tuvo su popularidad en Hollywood.
Es cierto que hay que tomar en cuenta el factor tiempo, pero el biopic debe de concentrar lo mejor, lo más sustancioso de un personaje.
No está de más citar a grandes maestros del cine para quienes un biopic rehúye al planteamiento cinematográfico. Para muchos estas modalidades de hacer cine es apenas un hobby muy caro y que solo llena ciertos egos, pero también lo consideran cine inútil como obra de arte.
Al estilo de los años 40
Antes de su estreno en los cines, el 11 de diciembre, Celinés Toribio reunió al elenco principal del filme para la premier de su película, María Montez, en Bellas Artes. La gala contó con la presencia del ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, personalidades ligadas a la industria del cine y representantes de los medios de comunicación.
Durante la ceremonia, el público quedó sorprendido cuando los actores llegaron en carros antiguos, en un ambiente que evocaba los años 40 en el Palacio de Bellas Artes.
Luego del estreno de María Montez: La película, Celinés anunció que se embarcará en la realización de los filmes Fabulosos, El Rey de La Habana, De Lino y Franela y Porfirio Rubirosa, los cuales llevará a cabo desde su productora Esencia Films.
