Eran las 6:43 de la tarde cuando desde el Ministerio de Interior y Policía ya se sabía que las horas que quedaban para cerrar el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros no serían suficientes para registrar a todo el que asistió a una oficina con ese propósito.
La cifra de inscritos en este Plan que ayer tuvo su ultimo día asciende a las 250 mil personas, de las cuales, según estimaciones del viceministro para Naturalización y Migración de esa cartera, Luis Fernández, el 60% (150 mil personas) legalizará su estatus migratorio.
El director del Plan Nacional de Regularización, Samir Santos, reconoció que “lógicamente” en esta oficina del Distrito Nacional (ubicada en el edificio gubernamental Juan Pablo Duarte) y en las 23 restantes distribuidas en todo el país habría personas que se quedarían fuera del proceso. “Todavía hay extranjeros siendo registrados y esperando. A nivel nacional estaremos trabajando hasta las 12:00 de la medianoche. Todavía no se han registrado ningún incidente y todo transcurre de manera ordenada. La afluencia de personas ha sido masiva”, resumió Santos a manera de respuesta a cómo había transcurrido el día.
Algunos incidentes retrasaron considerablemente el proceso. En solo dos máquinas son registrados los datos biométricos de los extranjeros y, precisamente ayer, una presentó eventuales problemas. Solo en el edificio gubernamental, conocido también como “El Huacal”, ya en horas de la noche alrededor de 600 biometrías se habían hecho.
Ayer se volvió a repetir el mismo panorama que desde hace una semana se vive en las inmediaciones de los 24 centros de regularización distribuidos en todo el país: cientos de extranjeros amaneciendo a la intemperie, esperando conseguir el mejor turno y sin la confianza de que ese sacrificio le valdría la pena.
Allí, en la oficina de “El Huacal”, el cansancio era más que evidente. Los haitianos narraban que se acomodaron en la acera del edificio a las 1:00, 2:00, 3:00 y 4:00 de la madrugada y que a las 7:00 de la mañana fue cuando entró el primer y único grupo (más de 100) a la oficina del Plan, ubicado en el segundo nivel de la edificación.
Y eran las 8:00 de la noche y todavía, según contaban, no habían vuelto a dar llamada de acceso a un segundo grupo. Si hace un cálculo rápido, notará que muchos esperaron más de 15 horas. Y a esto se le suma un detalle: no había quien informara a esos haitianos de afuera cómo iba el proceso. “Eso es un abuso. Yo por lo menos quiero que venga alguien y que nos explique. Que nos diga si nos tenemos que ir o si seguimos esperando”, se quejaba una señora.
Pero desde las oficinas del Plan contaban otra historia. La supervisora Berliza Rodríguez refutó la información de que solo un grupo había accedido en todo el día. “He bajado tres veces con el megáfono a subir gente. La última vez que bajé eran las 3:00 de la tarde”.
En el último día del Plan que inició el 2 de julio del año pasado, la vigilancia policial aumentó considerablemente. Solo en la sede de Interior y Policía 250 agentes custodiaban el área. No se registraron actos de violencia durante la noche. Eso sí, todavía a las 9:00 habían alrededor de 300 personas fuera, esperando acceder al edificio. En ese momento nada era certero.
El estatus que conseguirán
Las autoridades dominicanas tienen hasta el 1 de agosto para darle respuesta a las más de 250 mil personas inscritas en este Plan. El estatus migratorio que obtendrán será de tres categorías que dependerá, sobre todo, de la cantidad de requisitos cumplidos por el solicitante.
Quienes en este proceso completaron todos los requerimientos tendrán una tarjeta migratoria que deberá ser renovada cada dos años.
Un segundo grupo que haya presentado pasaporte tendrá un estatus regular también de dos años. Sin embargo, se le colocará una especie de pegatina en el pasaporte que demostrará que está legal y que también debe completar requisitos para obtener un carné migratorio.
Al tercer grupo, de menor categoría, lo obtendrá quienes hayan presentado cédula y acta de nacimiento. A este grupo se le dará un tiempo legal menor a dos años y deberá, como en la segunda categoría, completar su expediente para adquirir su carné migratorio. En lo adelante, todos los procesos de renovación o entrega de documentos se harán en la Dirección General de Migración. Según detalló Fernández, a más tardar en dos semanas Interior y Policía comenzará a dar respuesta a los solicitantes que se hayan acogido al proceso.
Los cañeros podrían obtener residencia permanente
Los cañeros volvieron a manifestarse en demanda de que su estatus migratorio sea regularizado. Esta vez, cientos de trabajadores de ingenios tomaron como escenario los alrededores del Palacio Nacional, por entender que su situación solo será resuelta si el presidente Danilo Medina intercede.
El viceministro Luis Fernández informó que los cañeros que presenten su carné de pensionados no serán deportados. “Estamos dando instrucciones de que los cañeros que sean abordados por las autoridades y tengan su carné de pensión no serán molestados”, reiteró el funcionario. Es posible que el Gobierno opte por conceder a esos trabajadores una residencia permanente.