De manera inusitada, autores que no forman parte de las capillas literarias del país, están sorprendiendo a los lectores con obras que superan a los que la publicidad junto al intercambio de elogios y premios les ha forjado un renombre que no se corresponde con la calidad y la trascendencia. Johnny Jones se encuentra en esa nueva y gratificante expresión de nuestra literatura, en la que hay empresarios, arquitectos, ingenieros, médicos, agrónomos, periodistas, banqueros, estadígrafos, publicistas y gente desvinculada del “parnaso” de las letras nacionales, con una producción madura, humanista y alejada del infantil experimentalismo.
Club de Tocayos es la segunda novela publicada por Jones. Antes habíamos leído del ingeniero escritor Bautizo de Cenizas, en el mismo género, y el libro de cuentos Generación Perdida. El nuevo texto nos cuenta las vivencias de tres médicos amigos, que tienen en común el nombre de Carlos. Una juguetona empleada del edificio donde comparten consultorios los bautiza a partir de sus especialidades: Carlos Hormona, al endocrinólogo; Carlos Corazón al cardiólogo y Carlos Belleza, al cirujano plástico.
El sencillo argumento de estos especialistas que dedican sus vidas a mejorar la salud de sus clientes mientras descuidan la propia, es desarrollado con las técnicas más novedosas de la narrativa de los últimos tiempos. Una experiencia en la que uno de los amigos con sobrepeso se ve a punto de morir de un infarto al miocardio y le envía un alerta a los tres amigos, quienes reaccionan cambiando sus estilos de vida, optando por convertirse en caminantes del Mirador Sur y comenzar dietas con frutas y alimentos sanos, sin exceso de sales y grasas.
Club de Tocayos nos envía un mensaje humanístico a todos los que vivimos en el afán diario, descuidándonos de nosotros mismos. Mientras celebrábamos el premio de poesía ganado en la Feria del Libro de Madrid por el arquitecto José Enrique Delmonte Soñé, pensamos en escritores como Jones, que sin ser del “parnaso”, escriben mejor que muchos “renombrados”.
