Un aroma invita a permanecer en un lugar o a huir de él. Una casa perfumada se torna agradable e invita a la armonía. Escoge la que más te agrade.Con seguridad le ha pasado que llegas a una casa y, por más que agrade la compañía de quienes la habitan, desea salir corriendo. El olor lo espanta. Y no es para menos, pues la relación de los aromas con las emociones y la sensación de bienestar es tan natural que para muchos resulta casi imposible quedarse en un espacio que no huela bien o que no se sienta fresco y agradable.
A esto se suma que los olores sirven también para motivar a las personas, bien sea para que se concentren o para que se relajen. Sobre todo si el aroma proviene de aceites esenciales que conservan las propiedades de las plantas.
Es el caso de los productos aromáticos que contienen lavanda, la cual se utiliza para tratar la falta de sueño, la impaciencia, el estrés y la ansiedad. Otra opción son aromas como el ylang ylang, que es perfecto para los momentos íntimos con la pareja. Estas propiedades se emplean, sobre todo, en técnicas como la aromaterapia, que aprovecha los beneficios aromáticos de los aceites naturales.
En cada lugar de la casa se puede usar un aroma diferente. En la cocina, por ejemplo, los aromas que den una sensación de limpieza y desinfección son los más ideales. Úsalos después que haya cocinado para evitar que se mezclen con los olores de la comida. Eucalipto y limón son buenas opciones. En el baño opta por los aceites frescos, que tengan notas de aroma muy alto. Algunos son los cítricos y la salvia.
En la sala y los pasillos, para dar una sensación de limpieza y frescura, usa salvia, pino o romero y en los cuartos, para lograr descansar mejor, aprovecha la lavanda o la manzanilla.
