Complicidad con la incertidumbre

Como dicen las madres y abuelitas del mundo: “Si te preocupas y al final no pasa nada, haz perdido un tiempo precioso…

Como dicen las madres y abuelitas del mundo: “Si te preocupas y al final no pasa nada, haz perdido un tiempo precioso en vano. Si te preocupas y algo sí sale mal, igual perdiste tiempo”. Cada vez que usas el presente para angustiarte por el futuro, sacrificas alegría. 

Que con el inicio de este año, y de cada día, te pongas la meta de desafiar ese sentido instintivo de miedo cuando pienses en lo desconocido, y descubras que la mayoría de los momentos gratificantes de tu vida te tomaron por sorpresa. ¡Ah! Y que sí, estás justo en el lugar y tiempo perfecto.

Esto no es la continuación de algún capítulo del libro “El Secreto”, y sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero amar la incertidumbre de la vida quizás sí sea el secreto de la felicidad. Aunque parezca que estamos creando soluciones o siendo precavidos, la realidad es que ésta es el precio que pagamos por vivir sensaciones y admiración espontánea.

Despídete de un mal hábito

“Si estás realmente inmerso en el momento presente, no habría ninguna razón para fijarte en lo que podría venir. Pero sospecho que es inevitable que hagamos eso de vez en cuando. Sólo somos humanos, después de todo”, expresó el científico hindú Alok Jha en un escrito para el periódico inglés The Guardian.

Alok, quien es autor del libro “How To Live Forever And 34 Other Really Interesting Uses for Science” (Cómo vivir para siempre y 34 otros usos muy interesantes para la ciencia), sugirió que lo mejor es una combinación de estar en el momento y confiar en el que sigue.

“No siempre podemos controlar lo que será, pero sí podemos confiar en que dará lugar a algo bueno si estamos abiertos a eso, y cuando no sea así pues podemos salir más rápido de lo que nos abruma. No siempre podemos confiar en los detalles, pero sí en nosotros mismos”, indica Jha.

Y es cierto. Tener menos control nos abre a la posibilidad de nuevas orientaciones y respuestas más creativas a la vida, y si no lo crees pues recuerda tu niñez cuando viviendo a plenitud estabas libre de todo apego a lo conocido.

Confiar en el proceso

Tener confianza en el proceso de la vida no interfiere con nuestros objetivos y deseo de una dirección determinada, simplemente nos mantiene alerta para aprovechar oportunidades.

“La calidad de nuestra vida está directamente relacionada a la cantidad de incertidumbre con la que podemos vivir con comodidad”, expresó el coach internacional Tony Robbins.

Y esto no es sólo cosa de un “mantra” de vida dicho por un coach. Estar cómodo con la incertidumbre, conocer los límites de lo que la ciencia nos puede decir y comprender el valor del fracaso, son herramientas valiosas que mejoran la vida de las personas, de acuerdo con algunos de los pensadores más importantes del mundo.

Estas ideas fueron presentadas como parte de un ejercicio anual de la revista Edge, que invita a científicos, filósofos y artistas a opinar sobre una cuestión importante del momento, y en 2011 fue: ¿Qué concepto científico mejorará las herramientas cognoscitivas del mundo?

Muchas respuestas indicaban que el público a menudo no entiende el proceso científico y la naturaleza de la duda científica. Carlo Rovelli, físico de la Universidad de Aix-Marseille, hizo hincapié en la inutilidad de la certeza. Dijo que la idea de que algo es “científicamente probado” era falsa, y que el fundamento mismo de la ciencia es mantener la puerta abierta a la duda.

“La falta de certeza es precisamente lo que hace que las conclusiones sean más fiables, porque el buen científico estará listo para pasar a un punto de vista diferente”, afirmó Rovelli en respuesta al físico Lawrence Krauss de la Universidad Estatal de Arizona, quien indicaba que la incertidumbre implica una falta de rigor y previsibilidad.

“La incertidumbre es una situación de vida. Vemos al azar como enemigo, pero el miedo elimina la oportunidad de crecimiento y renovación”. Alok Jha, científico y escritor.

Dejar ir

A veces lo inesperado te hace reír o llorar, y la incógnita es excitante y aterradora. Pero, como establecen los budistas en muchos de sus textos espirituales y rezan muchas canciones de desamor: “Nada dura para siempre”.

Como plantea el budismo, la vida es energía y la naturaleza de la energía es mover. Las cosas están siempre en constante cambio y tratar de mantenerlas igual por más tiempo de lo debido, ya sea en una relación o hasta un trabajo, es un retraso a nuestro crecimiento.

El truco para dejar de preocuparse es hacer lo que puedas y dejar el resto al destino. No siempre se tendrán todas las respuestas, pero se puede mantener la paciencia y confianza en el camino. No es que busques excusas para olvidarte del mundo, pero deja de vivir para el mañana y su respuesta porque lo que estás viviendo hoy no se va a repetir. Fíate de que lo que quieres, o algo mejor, vendrá cuando el tiempo sea perfecto y estés preparada para recibirlo.

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