El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó ayer a 18 años de prisión a Rafael González Álvarez, por el homicidio de Guillermo Moncada, durante la discusión por un parqueo.González Álvarez fue declarado culpable de matar de 12 disparos a Moncada Aybar durante una discusión por un parqueo en el residencial Xiomara, ubicado en la calle Filomeno de Coba, del ensanche Serrallé, el día 2 de noviembre del año 2011. Fue enviado a cumplir su condena en la cárcel La Victoria.
La sentencia del tribunal le fue impuesta debido a que los resultados de las investigaciones tipificaron el hecho como un homicidio y no un asesinato, puesto que no fue premeditado.
El próximo día 12 se dará lectura íntegra a la sentencia, a las 12:00 meridiano, fecha a partir de la cual las partes en desacuerdo con el dictamen, podrán interponer un recurso de apelación.
Reacciones de la familia:
“Yo me siento ofendida y decepcionada de la Justicia, porque ellos mismos en la sentencia anterior dijeron que hubo homicidio, ya que fueron 12 disparos, todos mortales, pero sin embargo no le dan la pena máxima”, dijo Yuli de Moncada, esposa del occiso, quien aseguró que apelarán el dictamen para que le impongan la pena máxima.
Dijo que también se opone a que el detenido cumpla la condena en la cárcel de La Victoria, por temor a que González Álvarez pueda escapar de ese centro penitenciario.
Policía agrede camarógrafo
Un agente policial del Nuevo Modelo Penitenciario que escoltaba al imputado, condenado a 18 años de cárcel por el homicidio de Guillermo Moncada, propinó una trompada en el cuello a un camarógrafo de un medio local.
Rafael Silverio Martínez cumplía su función como reportero gráfico por Noticias SIN, intentando captar las imágenes y reacciones del imputado tras la decisión del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional. El camarógrafo fue trasladado inmediatamente a la sala de medicina forense del Palacio de Justicia para recibir las atenciones de lugar.
Minutos antes de la agresión, Danny Polanco, fotógrafo de elCaribe, había recibido el rechazo de los custodios, quienes le exigían en tono desagradable que se retirara del camino.
Polanco presenció el momento en que los agentes sobaron sus escopetas con intenciones de disparar, mientras que otros reporteros gritaban a los agentes que “no maltraten a la prensa”.
