El Congreso Internacional Codia y los terremotos

En la pasada semana, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), bajo la presidencia del Ing. José Espinosa, celebró su Primer Congreso Internacional de las Ingenierías, Arquitectura y Agrimensura, y el Segundo Congreso&#82

En la pasada semana, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), bajo la presidencia del Ing. José Espinosa, celebró su Primer Congreso Internacional de las Ingenierías, Arquitectura y Agrimensura, y el Segundo Congreso Panamericano de la Construcción, Congresos cuya dirección ejecutiva estuvo a cargo del Ing. Manuel Inoa Liranzo, y donde se dedicó un programa especial a las vulnerabilidades sísmicas de las estructuras, bajo la coordinación del Ing.

Leonardo Reyes Madera, y con la participación de expertos nacionales e internacionales del más alto nivel.

Los organizadores tuvieron la cortesía de invitarnos a disertar sobre la “Respuesta del subsuelo durante el terremoto de Haití”, e invitarnos a formar parte de un amplio panel de expertos para presentar puntos de vista respecto a las causas de las vulnerabilidades de las estructuras al momento de la ocurrencia de un terremoto.

Algunos expertos hicieron énfasis en la necesidad de actualización permanente del programa de estudios de ingeniería civil en las universidades, otros señalaron la importancia de la actualización permanente del Código Sísmico, otros priorizaron el Factor R como multiplicación del amortiguamiento por la sobrerresistencia y por la ductilidad de la estructura, otros hablaron de un mayor confinamiento del acero interior del hormigón, otros se refirieron a la necesidad de evitar los pisos suaves y las columnas cortas, y otros hablaron del incremento del grosor de los muros de cortante, siendo todos esos aspectos sumamente importantes.

Nosotros, al hablar, nos referimos a las diferencias entre las respuestas sísmicas de las rocas rígidas y las respuestas sísmicas de los suelos flexibles, añadiendo que esos importantísimos requerimientos estructurales planteados por los demás expertos del panel son dependientes del tipo de suelo, y de la respuesta sísmica de cada suelo, debiendo cerrar el panel enfatizando que para lograr diseñar una estructura verdaderamente sismo resistente, que responda efectivamente durante el sismo, es necesario conocer cuál es la respuesta sísmica del suelo en función de las velocidades de propagación de las ondas sísmicas de corte a través de ese suelo.

Recordamos frente a los panelistas, y frente al público, que las edificaciones de la ciudad colonial de Santo Domingo no tienen acero, ni tienen hormigón de alta resistencia, ni fueron construidas bajo un código de construcción sismo resistente, y tienen 500 años resistiendo fuertes terremotos, incluyendo uno de magnitud 8.1, ocurrido el 4 de agosto de 1946, gracias a que están levantadas sobre roca caliza rígida, la cual impide la amplificación del espectro sísmico y produce un efecto de “blindaje estructural”; sin embargo, las ciudades coloniales de Santiago y La Vega, construidas con los mismos criterios de la ciudad colonial de Santo Domingo, pero levantadas sobre suelos flexibles arcillosos y arenosos, colapsaron con los sismos de 1562 y 1842, dejando sólo ruinas, lo que confirma que para saber cómo debemos construir desde el suelo hacia arriba, primero debemos conocer qué materiales tenemos desde el suelo hacia abajo, y cuál es su verdadera respuesta sísmica.

En Kobe (Japón) esperaban una aceleración del suelo de 0.4 g, y el sismo produjo una aceleración del suelo de 0.8 g; en Sichuán (China) esperaban una aceleración del suelo de 0.2 g, pero el sismo produjo una aceleración del suelo de 0.6 g y 0.8 g; en Haití esperaban una aceleración del suelo de 0.1 g, pero el sismo produjo una aceleración del suelo de 0.6g, y en Sendai (Japón) esperaban una aceleración del suelo de 0.3 g, y el sismo produjo una aceleración del suelo de 2.9 g, confirmando que las respuestas sísmicas de los suelos no eran bien conocidas.

Debe quedar claro que no estamos diciendo que no se debe construir sobre suelos flexibles, pues realmente sobre esos suelos se puede construir de manera sísmicamente segura, pero se debe construir de forma muy diferente a la forma tradicional que utilizamos, pues si identificamos un horizonte superior de suelo blando capaz de amplificar el espectro sísmico, lo removemos, luego colocamos una losa rígida en el fondo de esa excavación, y luego colocamos aisladores sísmicos bajo cada columna, el costo de la obra no se incrementaría en más de un 10%, pero la estructura respondería bien al momento de un sismo, y de esa manera estaríamos salvando vidas y propiedades, que es el interés del Codia y de todos nosotros. l

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