Desde principio de semana los pasillos de los hospitales públicos, que en los días laborables están abarrotados de personas, lucen desiertos.Y es que desde el pasado lunes, los médicos que ofrecen consultas especializadas pausaron sus labores por las festividades de fin de año.
En el hospital Luis Eduardo Aybar, por ejemplo, donde acude un promedio de 400 personas por día, ayer la acostumbrada multitud que va a consultas programadas y normales, no estaba. Los bancos, que por lo general no alcanzan para los asistentes, lucían vacíos, al igual que el área donde se realizan las citas.
El mismo panorama se observó en los hospitales Francisco Moscoso Puello y Darío Contreras que, como el Aybar, consultan a una gran cantidad de personas, debido a que están rodeados de varios sectores populosos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. En los centros sólo están activas las emergencias, que en su mayoría montan un operativo especial para la época.
