La Biblia dice en 2da de Corintios capítulo 9, versículo 6, que “el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. Esto significa que si en su vida usted vive haciendo bien y amando a los demás, eso mismo harán los demás con usted. Esta gran verdad de la Biblia la he vivido de manera hermosa y gratificante en estos momentos en que junto a un grupo de hermanos de la comunicación hemos decidido iniciar un nuevo proyecto radial, después de haber entregado una gran parte de nuestra vida a otro proyecto.
El pasado jueves, Julio Martínez Pozo, Víctor Gómez Casanova, José Laluz, Melton Pineda, María Elena Núnez y el empresario radial Antonio Espaillat, convocamos a la sociedad dominicana al lanzamiento formal del programa “El Sol de la mañana”, el cual se transmitirá, a partir de próximo lunes 12 de marzo, todos los días de 5 a 11 de la mañana por Zol 106.5 FM, y el respaldo recibido fue una muestra clara de que hemos sembrado generosamente y hemos tenido buenos resultados en la cosecha.
En esa actividad estuvo presente el licenciado Danilo Medina, un verdadero amigo y hermano que sabe cultivar la solidaridad y la lealtad en todos los momentos y circunstancias, el ingeniero Eduardo Estrella, el doctor Reinado Pared Pérez, el doctor Roberto Rosario Márquez, la señora Judith Ravin, agregada de prensa de la embajada de Estados Unidos; el licenciado Hatuey de Camps, el mayor general José Polanco Gómez, el alcalde Juan de los Santos, el amigo Alfredo Pacheco, el ministro de Economía, ingeniero Juan Temístocles Montás, los diputados Ruddy González y Fiquito Vázquez, y decenas de comunicadores y empresarios, los cuales fueron a testimoniar sus afectos y su solidaridad con nosotros en esta nueva etapa que vive nuestra condición de profesionales de la comunicación.
Durante el acto, me tocó hacer una oración inicial para entregar “El Sol de la Mañana” a nuestro Dios Todopoderoso. En mi oración expresé que le pedimos al Señor que nos diera visión, claridad y discernimiento para que el nuevo programa sea un medio para construir y no para destruir, para amar y no para odiar, para perdonar y no para condenar, para servir a los demás y no para desayudar o enemistar.
Y es que este nuevo reto lo asumimos con humildad y con un profundo espíritu de agradecimiento a quienes desde donde venimos nos permitieron crecer profesionalmente a pesar de los motivos que nos llevaron a volar por nuevos cielos con nuestras propias alas.
Este nuevo espacio, “El Sol de la Mañana”, será un programa plural, diverso, participativo y amplio, donde las diversas ideas políticas, sociales, económicas y en general, se combinarán de manera permanente convirtiendo el programa en un espacio amplio y libre para el ejercicio pleno de la democracia y la discusión de las ideas. A todos mis lectores, los espero en “El Sol de la Mañana”, con el corazón abierto y la bendición del Señor.
