Cuarteles policiales van de mal en peor

Con más de 30 años alquilado a una familia que pide la entrega del inmueble, el cuartel policial de Guerra se inscribe en la extensa lista de destacamentos destartalados.

Con más de 30 años alquilado a una familia que pide la entrega del inmueble, el cuartel policial de Guerra se inscribe en la extensa lista de destacamentos destartalados.La dotación policial de Guerra funciona en lo que antes era una casa de familia. Hacen ya tres décadas que el padre de Juan Ramón Rojas lo alquiló por 80 pesos, porque en esa localidad la Policía Nacional nunca ha tenido un local propio.

El señor Rojas explica que después de muchos años lograron elevar el pago de alquiler a 400 pesos, y que no fue hasta hace seis meses cuando lo subieron a 7 mil pesos.“Ellos se atrasan, pero pagan”, asegura Rojas. El local es una herencia familiar y pertenece a tres hermanos, dos de los cuales están empeñados en quitárselo a la Policía para venderlo.

Es por esto que Rojas exige a la Policía que busque sin demora otro sitio donde instalarse, porque ya no quieren continuar el negocio con los representantes del orden público. Pero el problema es que la Policía no tiene aun definido un lugar preciso para construir o trasladar el cuartel de Guerra. El supervisor general de este destacamento, capitán Juan Antonio Ortiz Mañón, dijo que se está diligenciando la consecución de un solar para construir un destacamento en esa comunidad.

El cuartel del municipio de San Luis, a diferencia del de Guerra, funciona en un local que fue construido en terrenos que pertenecieron al Consejo Estatal del Azúcar (CEA). Sin embargo, las condiciones con que opera son seriamente deficientes: al techo le ha nacido yerba, las goteras mojan el piso, los baños son inservibles y, a juzgar por la fachada exterior, parece más un criadero de cerdos que un lugar donde trabajan personas.

El comandante del destacamento de San Luis, primer teniente Martín Alcántara, dejó ver su preocupación por la forma en que opera ese cuartel.

“Es que ese local tiene más de cien años que se construyó. Eso era un hotel, pero ya está muy deteriorado”, expresó  el oficial. El ayuntamiento tiene planes de trasladarlo.

En La Victoria, una monja compró local

En La Victoria, donde había un  destacamento totalmente deteriorado, ya los agentes respiran un nuevo aire: hay más limpieza y orden en la estructura donde funciona su cuartel. Y todo gracias a la caridad de una monja conocida como sor Mercedes, quien compró el local donde funcionaba una discoteca, para trasladar el cuartel y toda su dotación policial.

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