Limpieza, hidratación, nutrición y exfoliación son los cuatro gestos básicos para cualquier tratamiento de belleza corporal, y esto vale para todas las zonas del cuerpo, incluyendo codos, rodillas y talones, que exigen un mayor cuidado por ser zonas donde la piel se reseca más fácilmente.
La piel de los codos y las rodillas es mucho más áspera y seca que la del resto del cuerpo. Además, la falta de atenciones y cuidados estéticos suele proporcionarles un aspecto rugoso y poco atractivo. Estas zonas están más desprotegidas que el resto del cuerpo, ya que las glándulas sebáceas se distribuyen de forma irregular y, además, el roce constante con la ropa puede empeorar su estado.
Las rodillas, por ejemplo, suelen afectarse sobre todo cuando las exponemos a friccioness con el suelo, por ejemplo en actividades como jardinería, y otros quehaceres; al ejercer presión, la rodilla, por naturaleza, suele endurecerse un poco más, muchas veces formando una capa severamente áspera o resistente. Lo mismo pasa con los talones cuando se friccionan al caminar con el zapato, el cual si no es de buena calidad, desgasta la piel del talón e incluso podrían aparecer los “odiosos” callos.
De acuerdo con la esteticista Albania Gutiérrez González, unas piernas o unos brazos perfectamente moldeados pierden todo su encanto si las rodillas o los codos muestran un aspecto descuidado, cuarteado, escamado o excesivamente reseco. ¿Qué debemos hacer para solucionarlo?…Es sencillo.
La experta explica que como mínimo, se deben aplicar los mismos tratamientos que en el resto del cuerpo, pero para conseguir mejores resultados se les deberá prestar una atención especial. Evidentemente, la limpieza es el principio de cualquier tratamiento.
Una crema hidratante y nutritiva debe aplicarse sobre la piel limpia y seca. Si el caso es extremo y hay rojeces y descamación, lo ideal será aplicarse una crema mucho más grasosa. Si además de resequedad hay oscurecimiento de la zona se puede utilizar limón para aclarar la piel en codos o rodillas.
Rutina
Se sugiere realizar una rutina semanal de exfoliación en codos y rodillas utilizando productos hidratantes. Su aplicación es sencilla y debe hacerse mediante enérgicos masajes circulares para que desprendas las células muertas e impurezas de la zona.
Truco casero
Un exfoliante casero se puede hacer mezclando media cucharadita de sal e igual cantidad de aceite de almendra o de oliva. Esta mezcla se aplica dando masajes en las áreas más duras de la piel durante unos cinco minutos y luego se enjuaga con agua tibia.
Consejo
Es conveniente tener en cuenta que después de aplicar cualquier tratamiento en la piel no es recomendable exponerse a los rayos del sol, pues los resultados pueden ser contraproducentes y generar manchas oscuras que requerirán otro tipo de atención.
