Cada verano los seres humanos nos exponemos a los efectos producidos por los incrementos de la temperatura producto de que es en esta estación del año que el planeta se acerca más al sol.
Las oleadas de calor ponen a prueba el sistema termorregulador en nuestro cerebro desatando mecanismos fisiológicos diversos con fines de evitar un colapso de nuestros órganos.
Esto es una verdadera amenaza a la salud, principalmente de los niños, los envejecientes y aquellos que toman medicamentos que actúan tanto en el sistema nervioso central como en el aparato circulatorio.
El peor de los cuadros por efecto del calor se le conoce como Golpe de Calor. Esta situación, la cual ocurre de forma inmediata, incrementándose la temperatura corporal por encima de los 40 grados, se transforma en una verdadera emergencia, tanto así que cada año se reportan en varias latitudes del mundo cientos de fallecimientos ocurridos por causa de esta injuria calurosa.
En vista de que nuestro país celebra cada año el verano con altísimas temperaturas, tomemos medidas principalmente en aquellos que son vulnerables, manteniendo una buena hidratación, disminuir o evitar la exposición prolongada al sol, y permanecer en áreas ventiladas.
Hagamos cambios durante las temporadas calurosas para evitar ser una víctima lamentable de un golpe de calor.
