Familiares de ingresados en la unidad de cólera del hospital Moscoso Puello siguen quejándose por la falta de higiene del centro y por no tener donde permanecer mientras se recuperan sus parientes.
Tal es el caso de Irma Fortuna residente en Los Guaricanos, Santo Domingo Norte, quien llevó el pasado viernes a su esposo, de 61 años, con los síntomas de la enfermedad y desde entonces le ha tocado amanecer a la intemperie, en medio de basura, lodo, blocks que se utilizan como sillas y otros materiales de construcción destinados a la nueva unidad de cólera que se edifica en ese centro.
“Estamos como perros, aquí nos contagiaremos todos con este desorden”, vociferó Margarita Reyes, otra afectada. Ellas dos y otras siete personas en la misma situación, explicaron que han tenido que soportar las temperaturas, las incomodidades, además, del hedor que emana de la morgue del centro, que está contigua a la unidad de cólera.
Se quejaron de que los médicos no les permiten estar cerca de sus enfermos, y que el personal de seguridad, ni les admite estar en los pasillos. “Solo los podemos ver de acechón (los enfermos) cuando el guardia de seguridad se distrae”, masculló Aurora Ceballos, de 70 años de edad, quien esperaba ver a su hijo.
46 internos con síntomas
Los tres hospitales del Distrito Nacional con unidades de cólera reportaron ayer 46 internamientos de pacientes con síntomas de la enfermedad.
En el Moscoso Puello, había 20 personas ingresadas, igual número se registró en el hospital Luis Eduardo Aybar, mientras que en el Santo Socorro, había cuatro niños y dos adultos.
