Quito. La derrota electoral del partido de gobierno en las principales ciudades de Ecuador ha generado las primeras secuelas, entre ellas que el presidente Rafael Correa informó que pedirá la renuncia a sus ministros.De acuerdo a los resultados extraoficiales, la oficialista Alianza País perdió en las ciudades más pobladas en los comicios del domingo para elegir nuevos alcaldes, gobernadores y otras autoridades de menor nivel.
El mandatario en rueda de prensa dijo el martes que pedirá la renuncia a todo el gabinete. “Creemos que se requiere una oxigenación (del gabinete) y anunció que reestructurará las directivas del partido en provincias donde no se evidenció un adecuado trabajo.
“En buena hora que nos hayan dado este sacudón… tal vez fue muy costoso este sacudón, pero bienvenido, porque creo que nos estábamos anquilosando, no en el gobierno pero sí en la organización política”.
El mandatario lamentó mucho la pérdida de la capital ecuatoriana que quedó en manos del opositor Mauricio Rodas porque “Quito es básico para la gobernabilidad”.
Julio Echeverría, catedrático y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, opinó que Correa “minimiza” los resultados electorales al enfocar su atención en la capital. “No advierte que el fenómeno no solo se reduce a Quito, sino que se reproduce en el país en la generalidad del país y que Alianza País pierde en las ciudades más populosas del país”.
El mandatario ecuatoriano agregó que “es necesario un giro sustantivo de la orientación de fondo del modelo impulsado por el presidente Correa, no es necesario solamente cambios de personal político o de ajustes en la estructura del movimiento, sino de un desafío más grande de una modificación sustantiva”.
Partido oficial sigue como la principal fuerza
A pesar de la derrota, la oficialista Alianza País se mantiene como la principal fuerza política de Ecuador. Se perfila como virtual ganadora en al menos 60 alcaldías que estaban en disputa el pasado domingo, así como entre seis y 10 prefecturas gobernaciones de las 23 que estaban en juego, pero Rafael Correa entiende que es hora de renovar el gobierno.