Santiago.-La contaminación visual comienza a arropar el casco urbano de esta ciudad, al punto que hay un 57 por ciento de espacios saturados por la colocación de propaganda política y promoción de empresas.
Al margen de la resolución 2685-8 que establece límites, en solo meses, la permisibilidad de las autoridades municipales ha dejado que sean colocadas 6,300 vallas, en su mayoría de candidatos que aspiran al comité central del Partido de las Liberación Dominicana.
El regidor Domingo Ureña, del Partido acción Liberal, recuerda que entre las advertencias que se hacían buscaba que fuera quitada toda la propaganda que tenía colocada el alcalde Gilberto Serulle, debido a la saturación. En esta ocasión, prácticamente la totalidad de ediles votó a favor de que sea ordenado el espacio.
reña, al ser entrevistado por citysantiago.com, denunció que a una solo empresa se le ha permitido la colocación de 2,500 vallas. “Lo que hicimos fue que pedimos que se quitaran esas promociones que buscan vender personalmente la imagen del alcalde mediante el slogan de la Fuerza del Pueblo y hasta cambiando el escudo municipal”, apuntó.
El desorden es tal que los aspirantes a ser dirigentes del PLD colocaron un afiche que tapaba el semáforo colocado entre la avenida Las Carreras, la República de Argentina y la calle Daniel Espinal. Tras las críticas de los programas interactivos fue desmontada dicha propaganda.
Hasta todo lo largo de la avenida Las Carreras, pese a que está prohibida por normas la colocación de propaganda para promover a políticos, esta está arropada.
“Lo peor de esto, es que quienes colocan las vallas, en su mayoría, no pagan los impuestos. Si esto al menos sucediera el cabildo no tuviera tantos problemas económicos”, aduce Ureña, uno de los escasos críticos a lo interno de la gestión del alcalde Gilberto Serulle.
Recientemente, el arzobispado de Santiago, a través del editorial del semanario Camino, cuestionó la campaña a destiempo que mantiene arropada las ciudades con vallas con propagandas y advierte que la avalancha de aspiraciones a la presidencia de la República y a otros puestos estatales, desborda los límites de la sensatez.
También lamentaba que muchos políticos prefieran vivir en una fiesta constante, en su mundo, para no escuchar las voces de dolor de tantos ciudadanos que sufren por la carencia de tantas necesidades básicas no cubiertas, mientras los dirigentes viven en un mundo de lujos y privilegios que los aleja cada vez más de los marginados. También la sociedad ecológica de Santiago ha salido al frente sobre los daños que ocasiona la contaminación visual.
