Detenga eso, presidente Medina

Estamos muy conscientes de la necesidad de aplicar las políticas migratorias, de que el Estado ejerza su soberanía en el territorio nacional,…

Estamos muy conscientes de la necesidad de aplicar las políticas migratorias, de que el Estado ejerza su soberanía en el territorio nacional, pero en ese empeño no debemos cometer excesos y mucho menos violar los derechos de las personas, y peor aún, abusar de infelices ciudadanos que están en este lado de la isla por dramática necesidad.

Ayer, en ocasión del día internacional del inmigrante, hablábamos de las migraciones y de las oportunidades que representan, de los riesgos cuando ocurren al margen de la ley, o cuando quienes nos visitan o nos escogen como destino se constituyen en peligro para la seguridad.

Hoy nos motorizan, sobre todo, los abusos que se cometen en nombre de la persecución de los ilegales, siempre los ilegales haitianos, no los de otras nacionalidades que se dedican a acciones criminales, como tráfico de drogas, lavado de activos.

elCaribe de ayer recoge una denuncia muy bien documentada del Centro de Formación y Acción Social y Agraria (Cefasa),  según la cual agentes de migración capturan a ciudadanos haitianos en diferentes zonas de Santiago y los extorsionan a cambio de dejarlos ir.

Sacerdotes jesuitas dicen que “… en el área denominada La Rotonda, se desarrollan los negocios de Migración, cuyos agentes apresan a los extranjeros de manera irregular y los mantienen en esta área para que los familiares o los empleadores puedan rescatarlos pagando tarifas”.

El operativo de captura y deportación de haitianos puede inscribirse dentro del marco de las operaciones de Migración, pero se viola la ley cuando sus agentes lo corrompen cobrando abusivamente a los detenidos.

Sabemos muy bien que en diciembre el ingreso de haitianos al país disminuye consistentemente. Lo que ocurre en este período es que retornan a su país, y lo hacen de manera voluntaria. Ahora los detienen para esquilmarlos. Eso es un abuso.

La labor de Migración y las Fuerzas Armadas Dominicanas debe ser impedir que entren al país irregularmente en enero. Es precisamente en ese período cuando comienza el retorno.

Presidente Medina, pare eso.

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