La deuda pública es la cantidad de dinero que debe el Gobierno tanto a acreedores nacionales como internacionales. La deuda externa se refiere exclusivamente a los acreedores internacionales como el BID, Banco Mundial, FMI, gobiernos y bancos extranjeros, entre otros.
La deuda interna se refiere a compromisos del Gobierno con acreedores locales, generalmente bancos comerciales, emisión de bonos, a través del Ministerio de Hacienda y otros compromisos.
El endeudamiento se divide en deuda del sector público no financiero (SPNF) y deuda del sector público financiero. En ésta última es que se incluyen los compromisos del Banco Central a través de la emisión de certificados.
Generalmente, la deuda pública se mide en comparación con el producto interno bruto (PIB). Si el nivel de la deuda llega al 40% del PIB, entonces está demasiado alta y si supera ese porcentaje, el país está en una situación complicada.
Las autoridades informan que a septiembre de este año la deuda pública interna y externa está en US$15,448.9 millones. De esos, alrededor del 65% es deuda externa y el resto es deuda interna.
Las autoridades dicen que ese nivel de endeudamiento equivale al 28.4% del PIB. Pero ese monto global es sólo del SPNF. Cuando se agrega la deuda del sector público financiero, es decir, la del Banco Central, la deuda pública llega a niveles mucho más elevados.
Algunos expertos opinan que las autoridades no son 100% transparentes a la hora de presentar sus niveles de duda. Siempre se dejan de especificar montos y acreedores por ahí ocultos que aparecen generalmente cuando se produce un cambio de administración. Recuerden, por ejemplo, cuando en 2004 el PLD regresó al poder y recibió al país sumergido en una crisis económica espantosa de manos del PRD. Los nuevos funcionarios comenzaron a informar en todos los medios el exorbitante monto de la verdadera deuda pública.
Ahora el PRD siente posibilidades de recuperar el poder y algunos de sus dirigentes han propuesto que se contrate una firma internacional de prestigio para auditar la deuda pública y determinar el monto real del compromiso. La idea no es mala. Ojalá que prospere.
