Liderar implica talento para rodearse de colaboradores confiables; también para lograr ver, escuchar y percibir sobre éstos. Tuve un jefe que acostumbraba reunirse con empleados medios y bajos, como mecanismo de acopiarse información corporativa extra a la obtenida a través de sus gerentes.
Abraham Lincoln solía hablar directamente con el pueblo estadounidense y si bien ha llovido bastante desde entonces en avance de la comunicación masiva y opinión pública, el contacto directo de gobernantes con gobernados preserva valores irreemplazables.
Es una acertada acción de comunicación y liderazgo la de los “diálogos populares” del presidente de la República, a iniciar esta semana en Gualey; aunque pudiere motivar –por seguro–, variadas interpretaciones políticas.