El procurador adjunto, Bolívar Sánchez, aseguró ayer que los crímenes de guerra, como es el caso del asesinato de Manuel (Manolo) Tavárez Justo, no prescriben. Explicó que la Convención de Ginebra sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad es uno de los instrumentos internacionales que avalan este criterio. Indicó que a lo que sí está obligado el general retirado Ramiro Matos González, acusado de la muerte de Tavárez Justo y sus compañeros, es a comparecer al llamado que le ha hecho la justicia.
El Código Procesal Penal indica en su artículo 49 que “el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad son imprescriptibles. A estos efectos y a los del artículo 56, se consideran como tales aquellos contenidos en los tratados internacionales, sin importar la calificación jurídica…”
