En cualquier esquina, hablando sobre cómo nos irá conforme gane uno u otro partido.
En cualquier casa, contando cómo nos asaltaron o las noticias sobre crímenes.
En cualquier guagua, quejándonos del desorden nacional y de que el país es fuero de políticos perversos y de narcos, mientras la gente decente es permanentemente pisoteada y contrariada en su derecho a vivir con dignidad.
En cualquier parque, defendiendo el “4 por ciento”. Así nos ha transcurrido el año: partidocracia, delincuencia y la creciente inconformidad han sido los temas dominantes. Pero ya llegó diciembre.
Ahora entramos en “tregua” y la atención nacional se vuelca a: doble sueldo, canastas, aguinaldos, fiestas, ropa nueva, regreso de Juanita; Reyes y esperanza de “nuevo año mejor”.