La disfunción eréctil, mal llamada “impotencia sexual”, se define como la imposibilidad de alcanzar o mantener una erección suficiente para tener una relación sexual, presentándose en la mayoría de los casos, en hombres entre los 40 hasta los 60 años.
Pero hay que aclarar que no es un problema propio de la vejez, pues hombres jóvenes, que no llegan a los 30, también padecen de disfunción eréctil. Aunque se considera un trastorno benigno, afecta a la salud física y psicosocial del paciente y tiene una repercusión importante en la calidad de vida de quienes la sufren, así como en su pareja y familia.
Cuando un hombre experimenta excitación sexual, el cerebro envía una señal que produce un aumento de flujo sanguíneo hacia el pene. Este aumento de sangre en el pene es el responsable de la erección. En la mayoría de los casos, la disfunción eréctil se produce como consecuencia de una alteración de flujo sanguíneo arterial, siendo la cantidad de sangre que llega al pene, insuficiente para producir una erección o para mantenerla el tiempo necesario para completar el acto sexual.
De acuerdo con Amílcar Ureña, urólogo del Centro de Diagnóstico y Especialidades, Cedersa, se trata de un condición muy frecuente y que mayormente se relaciona con el paciente diabético, de edad avanzada, hipertensos que están bajo tratamiento diurético, los que sufren de ciertos tipos de cáncer, y aquellos que son dependientes de las drogas y el alcohol. Existen otros factores que afectan la virilidad del varón, tales como las cirugías prostáticas, el colesterol y los niveles de triglicéridos altos, que cuando están elevados tienden a afectar la potencia sexual.
Cabe destacar que la disfunción eréctil impide mantener una vida sexual satisfactoria, afectando la relación en pareja, además de afectar gravemente la autoestima del varón, generando vergüenza y falta de confianza y, sobre todo, depresión, convirtiéndose este último en el síntoma más común. Es por ello que es recomendable buscar ayuda profesional para tratar a tiempo este problema. “Es importante que el hombre a penas detecta este problema debe acudir inmediatamente con el especialista, pues cuanto más pronto se diagnostique la disfunción eréctil, mejores resultados tendrá el tratamiento”, dice Ureña.
El tratamiento
Existen diferentes tratamientos para pacientes con disfunción eréctil, entre los principales se encuentra la terapia sexual, que consiste en acudir a un psicólogo con la pareja para determinar si el problema es emocional, el uso de pastillas estimulantes del apetito sexual, tratamientos con hormonas para recuperar los niveles normales de testosterona o de hormonas que influyen en la erección, así como prótesis de pene, que son dispositivos que emulan las funciones que realizan los cuerpos cavernosos del pene para lograr mantener una erección. Los medicamentos disponibles en la actualidad para la disfunción eréctil resultan una buena opción , no obstante, existen circunstancias concretas en las que no deben tomarse, por lo que es fundamental consultar antes de empezar a tomarlos, con el especialista.
Según Amílcar Ureña, recientemente se presentó a nivel mundial, y hace dos años en la República Dominicana, la utilización de una nueva tecnología llamada “ED 1000”, cuya principal función es restaurar la sangre en los cuerpos cavernosos del pene, lo que se logra a través de ondas de choque de baja frecuencia que estimulan los pequeños vasos que se encuentran alrededor del miembro viril. El tratamiento se realiza durante seis semanas, dos veces por semana. De acuerdo con el experto cada sesión dura entre 10 y 15 minutos y no causa efectos secundarios. “Las personas que no tienen enfermedades metabólicas no necesitan repetir el tratamiento, pero pacientes diabéticos especialmente, deben regresar al año o a los dos años porque la diabetes continua haciendo daño”, dice Ureña.
¿Se puede prevenir?
Para prevenir la disfunción eréctil es importante cambiar los hábitos de vida que afectan a la salud de las arterias y venas: no fumar, moderar el consumo de alcohol y de grasas (particularmente grasas saturadas).
El exceso de peso y la obesidad están relacionados con desórdenes metabólicos que pueden desembocar en diabetes mellitus, una enfermedad fuertemente asociada con la disfunción eréctil. Por lo tanto, es necesario seguir una dieta sana y equilibrada combinada con la práctica de ejercicio para evitar el exceso de peso y sus consecuencias indeseadas.
La falta de horas de sueño, el estrés y una actividad laboral excesiva, pueden bajar la libido y llegar a causar disfunción eréctil. Buscar tener más horas de descanso efectivas es vital para hacer reactivar el deseo sexual. Muchos especialistas opinan que una de las medidas preventivas más consiste en hacer el amor frecuentemente.
El papel de la mujer
Culturalmente el hombre latino cifra gran parte de su masculinidad en su desempeño sexual y en su capacidad de erección. De ahí que incluso casos ocasionales de pérdida de la erección se vean agravados por un deterioro en la autopercepción y la autoestima. Aparecen entonces sentimientos de incredulidad, miedo y vergüenza. Por ello, muchas veces, el hombre con disfunción eréctil evita situaciones de intimidad (privacidad o demasiada cercanía con su pareja) en las que se pueda sentir bajo presión para tener relaciones sexuales. De acuerdo con los sexólogos la reacción de la pareja ante un evento de estos en un encuentro sexual, puede agravar o ayudar en el manejo del problema.
El tema de la disfunción eréctil no es asunto solamente de ellos, es de la pareja, y cuenta con mayor posibilidad de éxito en los tratamientos de disfunción eréctil cuando ambos participan en todo el proceso: desde las visitas al médico, soporte emocional, hasta un papel activo y abierto en los momentos de encuentro amoroso. El componente emocional suele ser tan fuerte en ambos miembros de la pareja, que se requiere “cabeza fría”, mucho respeto por el otro, discreción, delicadeza, comprensión y amor para afrontar el problema positivamente.
Saber
Uno de los grandes problemas que se presentan es que el hombre con disfunción eréctil usualmente se deja atrapar por la depresión, convirtiéndose en una persona apática.
Dato
Los estudios coinciden en que alrededor de 150 millones de hombres en el mundo sufren de disfunción eréctil, que puede ir desde una simple pérdida de rigidez hasta la imposibilidad de tener una erección.
