El «Doga», la meditación canina

Muchos tienen un perro por no estar solos, porque se ven bonitos o para que simplemente sean los guachimanes de la casa, pero hay muchas personas que…

Muchos tienen un perro por no estar solos, porque se ven bonitos o para que simplemente sean los guachimanes de la casa, pero hay muchas personas que los tienen porque son su complemento, su compañero, confidente, amigo, hermano. Por eso cuando el canino se siente mal, presenta tristeza, desgano, no menea su cola como de costumbre, es lógico que se preocupen y busquen alternativas para que esto cambie.

Los veterinarios siempre aconsejan los paseos con el animal a fin de que saque todas esas energías que lleva dentro – en especial si son como mi Duke, un Shaw Shaw que no tiene un chele de juicio- , además de que les ayudará para no aburrirse y ejercitarse. Pero si aún estamos intranquilos porque nuestro perro está muy hiperactivo o por el contrario, por alguna extraña razón no se quiere mover mucho, puede ser que necesite practicar yoga.

¡¡¿What?!! No he perdido el juicio como Duke, los que sí lo perdieron son los japoneses, que en su culto a los perros han inventado el “Doga”, que es la fusión de “dog yoga”, como es conocida esta nueva disciplina.

Con ejercicios posturales este yoga para perros, logra erradicar problemas de hipersensibilidad, hiperactividad, fobias postraumáticas, depresión y ansiedad en el animal. Es un método que realiza entrenamientos de flexibilidad, respiración y meditación que el canino y su dueño deberán hacer bajo las órdenes de un instructor. Las clases duran 45 minutos, con posturas sencillas hasta lograr posiciones más complejas.

Esta disciplina es toda una novedad en el mundo occidental, el dog yoga se viene practicando desde hace mucho tiempo en Japón, pero hoy en día, cuenta con miles de seguidores en Estados Unidos y Reino Unido, en donde también estos animales tienen un lugar privilegiado.

La temática es la siguiente, al llegar a la clase, las mujeres colocan un tapete en el piso en donde colocan a su perro, luego de un saludo inicial comienza la sesión. De esta forma, la mascota se convierte en un medio para incrementar los beneficios del yoga en la persona, ya que permite el contacto físico con un ser querido, aumentando la salud de ambos y estrechando los vínculos dueño-perro, al mismo tiempo que se consigue una mayor docilidad del animal. Después de unos minutos, hasta el más rebelde de los participantes se relaja y se vuelve más calmado.

Los beneficios de este ejercicio es que las dos respiraciones se sincronizan, afianzando así la relación entre los dos, favorece la circulación y el movimiento de las articulaciones, además de mejorar la concentración y obediencia del animal.

Si crees que invento, compruébalo por ti mismo:

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas