Cuando veo al ¡Jefe del Estado Dominicano! leyendo los últimos 15 minutos de una jornada escolar de mil horas de lectura en voz alta de la Constitución y la Biblia (¡hágame el favor!), en un país donde el Gobierno le niega a la educación el 4% del PIB, como manda una ley, y donde en medio de un pavoroso retroceso cultural las librerías quiebran porque ya no hay quien lea ni siquiera la taza, creo que Guinness debe concedernos dos récords: ese de la lectura y otro en la categoría “Ridiculeces del Subdesarrollo”.
Dos récords Guinness
Cuando veo al ¡Jefe del Estado Dominicano! leyendo los últimos 15 minutos de una jornada escolar de mil horas de lectura en voz alta de…