Partiendo del análisis de los principales desafíos que enfrenta la Educación Técnica Profesional en el país, algunos especialistas -Pimentel, Pérez entre ellos- hemos identificado un conjunto de metas de las cuales seleccionamos las más pertinentes en función de la naturaleza y el espacio de que disponemos.
Estas metas las agrupamos en cinco categorías: organización del sistema, cobertura, vinculación con el sistema económico productivo, desarrollo curricular e inversión.
Discutamos en esta entrega las tres primeras: La organización del sistema tiene el reto de integrar las cualificaciones de la educación técnica y la formación profesional indistintamente de donde se adquieren. Hay que crear un sistema que homologue las titulaciones de las tres instituciones que sirven capacitación para el trabajo técnico en el país (Ministerio de Educación, Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología e Instituto de formación Técnico Profesional).
Por otro lado, la cobertura es un tema sensible, sobre todo porque los estudios indican que deberíamos estar atendiendo un 12 % de la población económicamente activa; en estos momentos se atiende aproximadamente un 7%. Esa meta de cobertura, con equidad y pertinencia, implica ampliar la oferta respondiendo a las necesidades del desarrollo socioeconómico del país y del contexto geográfico.
Asimismo, esas nuevas ofertas deben estar ligadas a estrategias destinadas a la mejora de la empleabilidad de los egresados, que bien pudiera ser a través de pasantías técnicas y ocupacionales, y el apadrinamiento de centros.
Según un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI, 2013), los centros con mayor reputación son los que tienen mayor demanda de los egresados por el reconocimiento de las empresas de la calidad de su formación y los valores inculcados a sus estudiantes, el fomento de la cultura del emprendedurismo, y su vinculación estratégica con el sector empresarial, en cuanto a que tienen mejor gestión de las pasantías, y logran una definición de la oferta en función de las necesidades de las empresas.
Según ese estudio, los centros con mayor reputación son: Instituto Técnico Salesiano (ITESA) en Santo Domingo, Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal, Instituto Politécnico Industrial de Santiago (IPISA) e Instituto Oscus San Valero.
En el artículo siguiente abordaremos las demás metas. l
