Santiago. El hospital regional José María Cabral y Báez está “enfermo” y su mal podría convertirse en un arma de doble filo si un sismo de mediana o gran magnitud llegara a ocurrir en la zona Norte del país.
Las evaluaciones sísmicas practicadas al principal hospital público de la región cibaeña detectaron fallas de importancia en la estructura del centro y proponen la intervención urgente de la edificación, debido a los problemas estructurales.
Pese a que el informe fue entregado a finales del pasado año por las compañías de ingenieros contratadas para las evaluaciones y que establecía el peligro ante un sismo de gran magnitud, las limitaciones económicas han imposibilitado el inicio.
Entre los hallazgos encontrados, de acuerdo a un informe obtenido por El Caribe, se revela que el centro de salud carece de vigas, tiene problemas en el sistema estructural en los siete niveles, debido a que fue levantado por parchos, es decir, añadiendo módulos.
Para controlar los desplazamientos se hace necesario colocar vigas perimetrales y muros de hormigón armado, debido a que actualmente solo consta de losas sobre columnas.
Las evaluaciones estuvieron a cargo de una especie de clusters, que trabajó en la parte estructural, arquitectónica y otra en la sanitaria a cargo del ministerio de Salud.
También se hicieron estudios de suelo, se evaluó la peligrosidad sísmica y se identificó el refuerzo mediante escáner.
Elvin Cabrera, de Engineers Consultans Group, empresa contratada para las evaluaciones sísmicas de la estructura del hospital, indica que al igual que otras edificaciones que fueron evaluadas, la planta del centro de salud carece de señalización que indique a donde salir en caso de que la estructura falle.
Cabrera se mantiene parco, pues recuerda que su misión era solo hacer las evaluaciones estructurales al Cabral y Báez y no está autorizado para ofrecer detalles del informe.
“Nosotros tenemos una lista de todo el trabajo y del análisis con la evaluación de la demanda sísmica y la vulnerabilidad que tiene la estructura y las posibles recomendaciones”, expresó Cabrera. Luis Peña, director del Instituto Municipal de Gestión de Riesgo, recordó que en todas las evaluaciones que se han hecho del hospital y otras infraestructuras se han detectado debilidades estructurales.
Durante el sismo del 2003, el Cabral y Báez, junto al liceo Ulises Francisco Espaillat, fueron de las estructuras que cedieron al agrietarse y que obligó a una evacuación masiva del personal.
La primera evaluación se hizo durante la gestión de Elvin Vargas frente al Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores, quien en varias ocasiones también ha propuesto la intervención. A diario, al hospital ingresan entre nueve mil y diez mil personas, en condiciones delicadas.
Prevención
Rudy Pichardo
Subdir. del Cabral
Lo importante de esto es que ya contamos con el estudio y que se sabe qué hay que hacer para mejorar las condiciones físicas del hospital Cabral y Báez. Saber cuando empezarían los trabajos no está en nuestras manos, pues no contamos con esos recursos para asumirlo”.
