El embajador de la República Dominicana en Estados Unidos, Aníbal de Castro, explicó al arzobispo de Boston, Sean O’Malley, que la sentencia 168-13 no implica el despojo de nacionalidad.El diplomático también refirió que el Gobierno dominicano ha dado plenas garantías de que las personas que puedan resultar afectadas no serán deportadas ni sometidas a vejámenes.
“Ningún país, como conoce su Eminencia de primera mano, ha sido más solidario con Haití. En ningún otro país han encontrado tantos puestos de trabajo, camas en los hospitales, acogida en las aulas escolares. Somos pobres, pero vemos en el vecino un hermano en peor situación que la nuestra. He visto, literalmente, a dominicanos quitarse el pan de la boca y dárselo a un haitiano”, expresó el diplomático en una carta que le envió el pasado 18 de este mes al religioso, en respuestas a preocupaciones que le externó O’Malley en una misiva fechada el 16 de diciembre, en la que le solicita al gobierno dominicano rechazar la sentencia sobre la nacionalidad dominicana.
Aníbal de Castro puntualizó que es un derecho del Gobierno dominicano guardar la frontera, impedir el tráfico humano y la inmigración ilegal, así como la preservación de la identidad nacional. “Se nos ha vejado, insultado y hasta pretendido que ignoremos el principio democrático de la separación de poderes.
Nuestra respuesta ha sido el diálogo, sin maltratos ni deportaciones. El 53% de los partos en los hospitales de la zona fronteriza corresponden a mujeres haitianas. El 18% del presupuesto de Salud Pública se va en gasto a los haitianos. Sería un escándalo en cualquier otro país, en cambio, en el nuestro es solo una muestra de solidaridad”, subrayó.
En su misiva, De Castro aclaró que son solo poco más de 14 mil las personas de origen haitiano que están asentadas en el registro civil y que tienen que someterse a un proceso de regularización y no 200 mil como establece el religioso en su carta. Refirió que en la mayoría de los 194 países del mundo no se aplica el ius solis irrestricto.
