Emilio Herasme Peña falleció ayer, a los 72 años. Un periodista profesional admirable. Doctor en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, conocedor de la historia universal y dominicana, partícipe activo de la vida nacional desde la década del 60 del siglo pasado, deja huellas en su familia y en la sociedad.
Emilín, como mejor se le quería, fue un ser que asumió todos los retos de su vida con pasión y entereza, lo que le permitió lograr las metas que se propuso. Nativo del municipio de Neiba, provincia Bahoruco, se destacó en las luchas democráticas post Trujillo y su compromiso con las ideas de libertad lo llevó hasta la defensa de la Constitución de 1963, en las calles de Santo Domingo, durante la Guerra de Abril de 1965.
En el periodismo, escaló cada puesto, hasta convertirse en director del Listín Diario. Pero antes había ejercido en la radio. En los últimos tiempos se dedicó a documentar la historia con las imágenes de la televisión.
Para los periodistas, Emilín fue más que un compañero de labores. Uno de los forjadores del viejo Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales (SNPP). Lo lideró durante varias etapas, con una gran aprobación, y posteriormente se convirtió en el primer presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Un hombre bueno y querido por sus compañeros, fue asimismo un verdadero deportista, y en ese campo cultivó grandes amistades y afectos.
La política le interesó como medio para impulsar los cambios en la sociedad, pero no como forma de vida, y aunque alcanzó la senaduría de Bahoruco por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), mantuvo siempre una actitud de apertura y servicio para sus representados.
Nuestro pesar a su esposa, doña Zoila Ferreras, y sus hijos Sarah Firelei, Aleksey Emilio y Zoila Emilia; y a sus hermanos Silvio, Deyanira, Nidia, Mercedes, Emelinda y Antonia Herasme Peña, y demás familiares.
Paz a sus restos.
