Santiago.-A su paso por el casco urbano de Santiago, empresas continúan lanzando desechos, incluido productos cárnicos, aprovechando la falta de planes de protección y descuido para lanzar los desperdicios en la ribera del río Yaque del Norte.
A la basura que desprenden los barrios improvisados, y la permisibilidad con que las autoridades se manejan y dejan que nueva vez sean levantadas casuchas en espacios intervenidos por el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En el lugar donde la alcaldía de Santiago contemplaba construir el paseo Río Yaque, empleados de algunas empresas depositan los desperdicios de los animales.
Varias lonas con huesos fueron tirados cercano al puente de la Otra Banda y que sirve como toma de agua.
A escasa distancia de los desperdicios dejados, los llamados consumidores de drogas (piperos) levantan improvisadas casuchas.
Allí el ministerio de Medio Ambiente decidió sembrar con varias especies parte del terreno intervenido por la alcaldía, tras el escándalo de extracción de miles de metros de material.
En varias oportunidades, la corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y grupos ambientalistas como la Sociedad ecológica del Cibao han mostrado preocupación por los niveles de deterioro del río más importante con que cuenta el país.
En el punto comprendido entre los puentes Mateo Pelón y Hermanos Patiño, los residentes en improvisados barrios de Bella Vista, comienzan a arropar el Yaque con la basura.
Para impedir que llegue hasta sus ya contaminadas aguas, algunas personas de dicha barriada construyeron con hojas de lata, un muro.
“Las autoridades están dejando que empresas y los ciudadanos indolentes hagan lo que quieran con el río, a sabiendas de la importancia que tiene para abastecernos de agua”, refiere Domingo Sánchez, residente en la zona.
Dice que hasta los vendedores del mercado hospedaje Yaque se han sumado a lanzar los desperdicios, que además de contaminar, dejan hedor. También los dos principales canales de riego como el Ulises Francisco Espaillat que atraviesa a Cienfuegos y el Monsieur Bogaert que alimenta a los productores agrícolas de comunidades como La Canela son afectados por la cantidad de basura.
