El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) se integrarán a los trabajos de reforma al proyecto de ley orgánica de la Policía Nacional que estudia la Cámara de Diputados.Mejora salarial, profesionalización del cuerpo policial, controles internos y respeto a los derechos humanos, fueron algunos de los aspectos que salieron a relucir en el debate celebrado ayer entre los legisladores que integran la Comisión Permanente de Interior y Policía de la Cámara Baja y los representantes de las entidades, que aspiran a que la pieza legislativa se apruebe en un tiempo relativamente corto.
Elpidio Báez, quien preside la comisión, afirmó que el compromiso del Congreso es aprobar una ley que aunque perfectible, haga de la Policía una institución que responda con eficiencia al problema de la inseguridad en el país y devuelva la confianza de la ciudadanía.
En tanto, el vicepresidente ejecutivo de Finjus, Servio Tulio Castaños, dijo que brindarán apoyo técnico durante el proceso de reforma e insistió en la necesidad de que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía, actualmente bajo el control del Consejo Superior Policial, pase al Ministerio de Interior.
Dijo que también debe discutirse el tema de las funciones policiales, las que aseguró son incompatibles con el ejercicio de la abogacía y que tampoco pueden estar vinculadas con compañías de seguridad de guardianes privados y de venta de armas de fuego.
“Nosotros estamos tratando de reformar una institución sumamente compleja, que está compuesta por hombres armados, entonces, evidentemente, que el trato con una eventual reforma es totalmente diferente”, sostuvo.
PN pasaría de represiva a garantista
De su lado, Elías Serulle, autor de uno de los dos proyectos que se encuentran en estudio en la Cámara de Diputados, añadió que la reforma debe transformar el rol represivo de la Policía, para convertirla en una institución garantista y de servicio. Manifestó que el presidente Medina tiene el interés de que se apruebe una ley, que al igual que la que creó el 911, impulse cambios reales en favor de la seguridad ciudadana. Criticó el hecho de que en el país no haya una cultura de carrera policial sino de “enganche”. “Un jefe policial no puede tener la autoridad de incluir 3 mil policías, porque a veces lo que se incluyen son 3 mil cheques y no policías”, dijo.
Critica el papel asumido por Asuntos Internos
Serulle dijo que la Dirección de Asuntos Internos está integrada por un grupo de policías sin entrenamiento y con deseo de protagonismo, “porque un jefe de Asuntos Internos hoy puede ser mañana el jefe de la Policía, de manera que su misión ahí, es destruir al que está, no servirle a la ciudadanía y ese concepto en la ley que proponemos se trabaja a profundidad”.
