Entre el sueño y la realidad

Los muertos de los viajes ilegales en yolas constituyen una dolorosa tragedia que se repite una y otra vez. La Iglesia Católica, a través…

Los muertos de los viajes ilegales en yolas constituyen una dolorosa tragedia que se repite una y otra vez. La Iglesia Católica, a través del semanario Camino,  ha planteado que es una vergüenza para la nación que un solo dominicano perezca en el mar tratando de alcanzar un territorio extraño. Es un punto de vista que todos tenemos que aprobar.

Es una verdad muy extendida que nadie abandonaría su país para aventurarse a tierras extrañas y que la falta de oportunidades empuja a la gente a tomar una decisión tan peligrosa como viajar en una frágil embarcación. Para muchos es un “sueño” alcanzar el lugar donde creen que podrán obtener lo que no consiguen en el país.

Pero quienes lo hacen no son personas que viven en la extrema pobreza. Generalmente, están en capacidad de pagar altas sumas de dinero. Llegan al extremo de hipotecar bienes propios o de familiares. Es una empresa que emprenden por cuenta propia, a su propio riesgo.

También es verdad que las autoridades de la Marina de Guerra hacen un esfuerzo para impedir esos viajes. Durante el año pasado, apresó 89 organizadores de viajes ilegales y capitanes de yolas. Todos fueron sometidos.

Pero al final del período ya 34 de esos habían conseguido su libertad. Quizás la Marina de Guerra debe mejorar la vigilancia y supervisar a sus propios miembros en el desempeño de las misiones.

Los registros de las autoridades nacionales y de Estados  Unidos sugieren que los organizadores y capitanes de yolas tan pronto obtienen su libertad vuelven a delinquir. Precisamente, la Guardia Costera de Puerto Rico explica que desde 2006, cuando se empezó a identificar a reincidentes mediante pruebas biométricas, han sido procesados 450 indocumentados por reingreso a ese territorio, bajo cargo criminal.

Al margen de los factores sociales, y de las expectativas de progreso, las autoridades no tienen más camino que la represión y el castigo que mandan las leyes.

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