El Gobierno entregó ayer 80 apartamentos a igual número de miembros de la Policía Nacional.
Las viviendas fueron construidas dentro del proyecto ubicado en el sector Prados del Este, en el kilómetro 17 de la autopista Las Américas.
Los agentes beneficiados no ocultaron su disgusto durante la actividad por la noticia de que luego de ser pensionados no podrán seguir viviendo en los apartamentos.
El contrato establece que si el beneficiado del inmueble fallece en el ejercicio de sus funciones, su familia podrá seguir disfrutando de éste.
No obstante, aclara que la mujer no podrá convivir con otro hombre en el mismo. También, que los hijos de la familia deben abandonar la vivienda luego de cumplir la mayoría de edad. Para ser beneficiado se establece como requisito que el agente o la agente no tenga vivienda propia y que tenga constituida una familia.
Tras ser pensionados, los agentes tienen un plazo de seis meses para dejar la vivienda.
Entre los beneficiados figura la sargento mayor Solana María Féliz y su esposo, el sargento pensionado Héctor Ovalle, quien se encuentra parapléjico a causa de un tiro que recibió en la boca mientras cumplía su deber.
La ceremonia estuvo encabezada por el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque.
“Una de las aspiraciones más preciadas del ser humano es poseer una vivienda propia y digna”, aseguró el jefe de la Policía Nacional, José Armando Polanco Gómez, al pronunciar el discurso central de la actividad.
