La propuesta de reforma fiscal y tributaria en cuya aprobación está empeñado el gobierno del presidente Danilo Medina todavía como que no motiva a que la mayoría de los partidos que acudieron aliados al PLD a las elecciones de mayo pasado le ofrezcan su respaldo público. Las organizaciones que en su momento se agruparon en el denominado Bloque Progresista han adoptado la postura del que está observando desde las gradas, como de lejitos, tal como si estuvieran esperando a ver qué pasa. Para ilustración, debo referir que el líder de uno de esos partidos ha comentado en privado pero como si enviara el mensaje, que llegó, que “los chiquitos estamos esperando que vengan a nosotros los funcionarios del área económica del gobierno a explicarnos los alcances de la reforma, como lo han estado haciendo con los partidos llamados mayoritarios, para tomar una decisión”. Y es que los emergentes, como prefieren ser calificados los chiquitos, quieren que no solo se les considere para fines electorales sino también para la toma de las grandes decisiones. Obsérvese que el PRSC, el principal y más grande de los aliados del PLD, y que ya dio su respaldo a la reforma propuesta, ha sido enfático en aclarar en el pasado que es aliado pero no forma parte del Bloque Progresista. Lo cierto es que con la reforma pareciera que es un muerto con el que muchos no quieren cargar…
Trespatines
El muy sonado caso de la avioneta que se estrelló a pocos minutos de despegar del aeropuerto de Constanza ha ocasionado unos efectos colaterales de los que se va a estar hablando por mucho tiempo. La madeja de narcotráfico que las autoridades dicen haber desembollado luce que es como un alud en la nieve: que mientras más avanza cuesta abajo, más crece, crece y crece. Ya hay quienes dicen que ese caso es lo que más se parece a uno de esos juicios de La Tremenda Corte, con José Candelario Trespatines respondiéndole al tremendo juez con un prolongado “¡Aaa laaas reeejaaas…!
