Examen de antígeno prostático tiene lado oscuro

El examen de sangre de Terry Dyroff para detectar el antígeno prostático específico (APE) lo llevó a una biopsia de próstata que no encontró cáncer, pero le ocasionó una infección que puso en riesgo su vida.

El examen de sangre de Terry Dyroff para detectar el antígeno prostático específico (APE) lo llevó a una biopsia de próstata que no encontró cáncer, pero le ocasionó una infección que puso en riesgo su vida.

En una sala de emergencias varios días después, Dyroff, de 65 años, comentaba, «no podía estar sentado, sólo permanecía acostado en el piso; me sentía muy mal».

«Honestamente yo pensé que podía estar muriendo», agregó el profesor jubilado de Silver Spring, Maryland.

Donald Weaver era un hombre sano de 74 años granjero de Kansas hasta que los médicos lo examinaron en busca de cáncer de próstata. Una prueba de antígeno prostático condujo a una biopsia y a una cirugía, luego a un ataque cardiaco, falla orgánica y a un coma. Su apesadumbrada esposa decidió que se le retirara el respirador artificial.

«Murió por atención médica preventiva innecesaria», dijo su sobrino, el doctor Jay Siwek, vicepresidente de Medicina Familiar de la Universidad de Georgetown. «Los exámenes de sangre pueden matar», enfatizó.

Desde el viernes, cuando un grupo de científicos independientes dijo que los exámenes rutinarios de APE hacen más mal que bien, los urólogos que se ganan el sustento tratando cáncer de próstata se han apresurado a defender el examen, al igual que pacientes que creen que éste salvo su vida.

Menos visibles son los hombres que han sido dañados por las pruebas, como Dyroff y Weaver. El daño no se debe en sí al examen, sino a todo lo que detona: biopsias que usualmente resultan falsas alarmas, y tratamientos que dejan a muchos hombres con incontinencia urinaria o impotencia por cánceres que, en la mayoría de los casos, no eran una amenaza.

Una vez que el examen de APE sugiere un problema, muchos hombres no pueden vivir con la preocupación de que podrían tener cáncer. Y una vez que es encontrado el cáncer, la mayoría de los hombres sienten que tienen que tratarlo, normalmente a insistencia de su urólogo.

«Hay muchos hombres que han tenido consecuencias graves por el tratamiento. De esas historias no se habla y no son infrecuentes», señaló el doctor Len Lichtenfeld, subdirector médico de la Sociedad Estadounidense para el Cáncer, la cual considera que el grupo investigador llegó a una «conclusión apropiada» respecto a la prueba de antígeno prostático.

«No voy a criticar a los hombres que creen que su vida fue salvada por este examen», porque eso es lo que les han dicho los doctores, dijo Lichtenfeld. «Si estás ahí sentado y mojas tus pantalones tres veces al día, tienes que creer que valió la pena, que salvó tu vida», agregó.

Muchos hombres que aceptan un examen de APE no comprenden lo que es. Algunos conceptos equivocados que son comunes:

— Muestra presencia de cáncer. De hecho, el APE sólo es una medida de inflamación, y puede estar elevado por muchas razones aparte del cáncer: crecimiento normal de la próstata debido a la edad, una infección, incluso la actividad sexual, un paseo en bicicleta extenuante o a caballo.

— Ha demostrado que salva vidas. Sólo dos estudios grandes bien realizados han analizado esto, señala el grupo investigador. El estudio estadounidense encontró que los exámenes anuales no disminuyeron las probabilidades de morir de cáncer de próstata.

Sin embargo, el temor al cáncer es tan grande, y la creencia en el valor del examen tan arraigado, que la mitad de los hombres asignados al grupo al que no se le ofreció el análisis de antígeno prostático de todas formas se lo realizó.

En internet:

Recomendaciones del grupo investigador: http://www.uspreventiveservicestaskforce.org/tfcomment.htm

Evidencia del grupo investigador: http://bit.ly/ovhKUW

Guía para decidir sobre el examen de PSA: http://bit.ly/cXq1QE

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