Santiago. Con Miguelina Torres Peña también murió su sueño de mejorar la casita de sus padres. Un disparo le segó la vida en un confuso incidente ocurrido en Argentina.Miguelina, de 23 años de edad y madre de tres hijos de nueve, tres y dos años y medio, llevaba dos años en la nación suramericana, siguiendo los pasos de sus hermanas de buscar un mejor porvenir para ella y su familia. Ahora el principal dolor de Juana María Peña, madre de Miguelina, es cómo trasladará el cuerpo desde Argentina hacia la República Dominicana para darle sepultura, por lo que piden la colaboración de la Cancillería.
Dos de sus hijos fueron procreados con una antigua pareja en la comunidad de Cuesta Arena en el Batey I del distrito municipal de La Canela, al noroeste de Santiago. El menor de dos años y medio es del actual compañero sentimental, un argentino con quien vivía. El hecho en que resultó muerta Miguelina está confuso, mientras algunos creen que se suicidó de un disparo en la cabeza, familiares aseguran que el impacto fue en el estómago y temen que fuera su actual esposo.
“Ella pensaba venir ahora el día diez de julio y su único objetivo era reparar la casa de su madre, ya no quería vernos en estas condiciones en que estamos viviendo”, apunta José Agustín Torres, padre de la víctima. Espera que las autoridades argentinas profundicen las investigaciones para determinar las causas reales de su muerte. José Agustín narró a elCaribe, que para Miguelina poder viajar a Argentina “tuvo que irse a base de líos”. En la comunidad Cuesta Arena el llanto era prácticamente colectivo, pues la familia es muy querida en la zona y la noticia les sorprendió y afectó significativamente.
En octubre del 2010, Mariel Mora, otra dominicana que residía en Argentina, fue asesinada a golpes y su cuerpo quemado. Residía en la comunidad de Olaverría, localidad bonaerense de Argentina. Mora solo tenía un mes de haber llegado a esa ciudad, al igual que cientos de dominicanas que emigran a otras tierras en busca de mejor suerte.
