La patente de invención de alta tecnología en Nanociencia obtenida por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, trae nuevas oportunidades de desarrollo, para motivar a los jóvenes a interesarse por las carreras científicas y las ingenierías.
Así lo entiende el creador del invento, el físico francés Fabrice Piazza, quien destaca que la patente podría generar recursos para el núcleo de la investigación científica, pero también para formar una nueva generación de científicos e ingenieros, que van a poder encontrar en República Dominicana nuevos resultados para la comunidad internacional y para el país, pero también que forjan ayuda a la producción de nano productos.
Piazza, quien tiene más de diez años residiendo en el país, explicó que la invención, realizada en el laboratorio de Nanociencia del campus Santiago, consiste en el revestimiento de conglomerados de nanotubos de carbono de 100 a 200 nanómetros de diámetro, con nanocristales de carburo de silicio y carbono, de tamaño de 10 nanómetros, de manera que el revestimiento se ajusta a la geometría de los nanotubos de carbono.
Novedad
El invento tiene el potencial de mejorar las propiedades físicas y químicas de los nanotubos de carbono y permitir su uso en nuevas aplicaciones en áreas como la electrónica, la biomedicina y los materiales compuestos. “Algo muy importante es que lo hemos logrado mediante la tecnología de deposición en vapor químico asistido por filamentos calientes –HFCVD- que ya existe a nivel industrial desde los años 80, por lo que cualquier resultado que se logre aquí puede ser utilizado a grandes escalas”, precisa Piazza, resaltando que han logrado el revestimiento a bajas temperaturas para reducir el costo de producción y para poder implementar con otros materiales.
El proceso para lograr la patente llevó dos años y miles de dólares de inversión, gracias al apoyo económico del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, a través del FONDOCYT, pero de acuerdo a Piazza, este tiene distintos niveles en términos de beneficios para el país, ya que si pueden vender la patente, podría generar los recursos para el núcleo de la investigación científica.
“Hay beneficios indirectos, porque la marca país se mejora con la demostración de que sí se puede ejecutar de manera exitosa investigación científica reconocida por científicos y patentes, eso atrae fondos internacionales, credibilidad, investigadores, nuevas oportunidades, que viene a animar a los jóvenes a traerlos a las carreras científicas y a las ingenierías, en fin, es difícil de medir los beneficios indirectos de esta patente, pero evidentemente que tiene muchos muy valiosos”, expresó el investigador especial de la Vicerrectoría de Investigación e Innovación de la PUCMM.
Además, esto ha traído un impacto al programa de investigación bastante valioso porque se ha dado la oportunidad a estudiantes de mostrar su talento en un ámbito especial distinto a un aula, porque es un laboratorio de investigación donde además de aprender, tienen una contribución investigativa valiosa para la universidad y para el país. Aunque su comercialización es un proceso que todavía está en desarrollo, Piazza adelantó que han discutido con un centro de investigación de una compañía grande.
Fabrice Piazza informó que actualmente están trabajando en otra investigación más difícil de la lograda, un proyecto muy prometedor en una nueva ruta para ordenar materiales grafénicos como nanotubo de carbono y grafeno, que persigue alcanzar grandes cantidades de hidrógeno para poder utilizar esa ruta y esos materiales para almacenar hidrógeno en vehículos, que funcionaría con éste.
Mediante esta hidrogenación están buscando la generación de una propiedad electrónica muy específica en grafeno para utilizarlo en nuevos transistores y con este proyecto inducir una nueva transformación estructural en algunas capas de gráfico para formar un nuevo nano material que podría constituir el material base para elaborar sistemas nano electrónicos que se incorporan en el cuerpo humano para hacer funciones tales como destruir un tumor.
De su lado David Álvarez Martín, vicerrector de investigación de la PUCMM, expresó que esta patente era un objetivo que tenía la universidad casi desde su fundación, que es convertirse en un referente obligado de la investigación científica en el país, y que este es un proyecto que perseguían desde hacía casi dos décadas, al que le dieron forma a partir del desarrollo del laboratorio de nanociencia, y que lograron que el Gobierno a través de FONDOCYT aportara recursos, hasta que por fin alcanzaron un producto que pudiera ser patentizado científicamente, y optaron por patentizarlo en Estados Unidos por lo avanzado del descubrimiento.
Explicó que iniciaron el proceso de patentizarlo en el 2014, y que es un tanto complejo porque requiere confrontar la propuesta que están haciendo del descubrimiento con una base de datos de millones de patentes existentes en Estados Unidos y demostrar que ningún otro lo ha hecho. Además tuvieron que exponer el proyecto a otros investigadores para que le dijeran si estaban copiando o no lo que estaban haciendo.
“Lo patentizamos en Estados Unidos por el nivel del descubrimiento, en el país es poco lo que podríamos hacer con esto, porque la industria dominicana no está desarrollada como para sacar provecho de un descubrimiento así de manera inmediata, mientras que los países del primer mundo sí”, explicó al ser entrevistado por elCaribe. l wendy almonte
Tienen propuestas para nuevas patentes
Álvarez Martín explicó que tienen en camino propuestas de posibles nuevas patentes de diferentes tipos, y están empujando otras áreas en Biología y Física, así como en abrir las posibilidades de sus profesores investigadores y hacer propuestas que puedan llegar a ser patentes, y tienen expectativas que en menos de dos años tengan otras propuestas.
“Con este logro nos colocamos en un nuevo nivel, donde tenemos que ser más exigentes con nosotros, porque después que has llegado a este nivel el camino no es regresar, sino continuar avanzando”, dijo.
