En ocasiones, los expertos en finanzas les recomiendan a las personas comunes que no se excedan en sus gastos y que además, saquen una parte para ahorrar.
La gente se queda pensando y se pregunta: ¿Cómo este tipo me dice que tengo que gastar menos y ahorrar si lo poco que gano no me alcanza y siempre acabo “enliao”?
Y es verdad. La mayoría de los trabajadores devenga salarios tan bajos que no les alcanza para mucho. Sin embargo, existen numerosas brechas por donde se escapa el dinero y que se pueden corregir. A continuación, algunos ejemplos:
Su servicio de televisión por cable le cobra 190 pesos por cada “cajita” adicional.
Usted tiene tres en operación, pero sólo está usando dos. Se puede ahorrar el pago de una, que sobre esos 190 pesos, paga además 28% en impuestos.
Su bomba de agua está conectada permanentemente y se dispara cada una hora o dos. Si le coloca un interruptor independiente, puede apagar la bomba todas las noches y conectarla en la mañana. Así también puede apagarla durante el día si no se queda gente en la casa.
El servicio de celulares es mucho más económico con planes familiares. Incluso, la comunicación entre miembros puede ser gratis o con minutos muy baratos. Sin embargo, en su casa son cinco miembros, todos tienen celulares pero de tres compañías distintas, lo cual resulta más costoso para ese hogar.
El acondicionador de aire usted lo enciende en la noche y lo apaga en la mañana, pero lo hace siempre, en tiempos de calor y de fresco. Si compra un abanico para encenderlo en las fechas que no hace calor, puede reducir la factura eléctrica usando menos el aire.
Lo mismo ocurre con la plancha. Cuando la trabajadora doméstica dedique una tarde completa a planchar la ropa, dispóngase a desconectar aparatos eléctricos de alto consumo como la o las neveras. Si las apaga cuatro o cinco horas no pasa nada. Todo sigue igual.
Hay muchas otras formas de bajar el gasto mensual del hogar, pero se requiere de disciplina y sobre todo, de respetar un poco más el dinero. Los dominicanos somos muy dados a no tomar en cuenta lo poco, a pesar de que cuando se junta, lo poco se vuelve mucho.
