La fuerza del repudio

El retorno de Blas Peralta a la cárcel La Cucama, de La Romana, es un ejemplo del papel de la nueva sociedad en la vida dominicana. Una decisión administrativa del procurador general de la República desató una fuerte ola de protesta mediática que&#82

El retorno de Blas Peralta a la cárcel La Cucama, de La Romana, es un ejemplo del papel de la nueva sociedad en la vida dominicana. Una decisión administrativa del procurador general de la República desató una fuerte ola de protesta mediática que condujo al desistimiento de la misma.Ocurrió en horas. Tan pronto se produjo el traslado, las personas reaccionaron a través de las redes sociales, con críticas mordaces. La UASD respondió activamente, de manera institucional y con protestas en el campus.

Algunos medios convencionales cuestionaron el traslado como una medida rara que podía estar al margen de la ley. Institucionalidad y Justicia invocó el precepto constitucional, una sentencia del Tribunal Constitucional, una ley y obviamente una norma del Código Procesal Penal: una medida de ese tipo tiene que estar determinada por una sentencia de un tribunal.

La familia del ex rector Aquino Febrillet reaccionó con la energía debida. Un concierto social obligó a la Procuraduría General de la República a corregir su error. Fue un asunto resuelto bajo presión. Los actores principales fueron ciudadanos civiles, sin que concurrieran las fuerzas llamadas formalmente a representarlos, como los partidos políticos.

Es lo que viene ocurriendo en todas partes. Las burocracias políticas están más atentas a sus luchas por el poder y al establecimiento de los instrumentos mediante los cuales pueden alcanzarlo. Están más atentas a los espacios que pueden ocupar que a los asuntos que son de interés social.

Por eso se entiende que ese tipo de representación no es tan decisivo para los asuntos ciudadanos, sino para cuestiones propias o convenientes a sus intereses.

No se dan cuenta de que cavan su propia tumba. La gente no se va a movilizar por razones ideológicas o “institucionales”. Lo hará, a través de las vías predominantes, por los asuntos que le atañen, toda vez que amenacen sus derechos fundamentales, la justicia, la salud y la educación.

El Procurador no tuvo más alternativa que volver a la legalidad. Lo ocurrido es una muestra de que la sociedad puede moverse por sí misma.

La fuerza del repudio adquiere una nueva dimensión.

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