Ayer les adelanté que por el Consulado de la República Dominicana en Nueva York se está por destapar “un lío de tó’ el tamaño”. Y ofrecí darles detalles. Ahí les van unos avances: Como la paloma está acostándose, el cónsul, según lo que me cuentan y aparenta ser, está arreglando su nido, o más bien su partida del carguito. Lean de qué manera ha comenzado: En enero pasado, convocó a todo el personal a una reunión de urgencia, que muchos creyeron era por algo catastrófico, y planteó las siguientes propuestas, para que todos, “democráticamente”, se acogieran a una, “debido a la crítica situación económica” que afirmó estaría aquejando esa dependencia: 1) Que asimilen la cancelación de un promedio de 25 empleados; 2) Que dejen de trabajar dos días a la semana para descontarles esas jornadas; y/o 3) Que autoricen rebajarles 50 dólares semanales a cada empleado, que son un promedio de 70, “y así no tendría que despedir a nadie, y todos trabajarían su semana completa”. Como era de esperarse, y en una salida solidaria, el personal escogió la reducción de salarios, medida que el cónsul habría asegurado que solo se aplicaría por los meses de enero y febrero, y que supuestamente a partir de marzo todo se regularizaría. Llegado marzo, el personal sostiene que siguió la reducción de salarios, esta vez “para recaudar fondos para la campaña”, aunque pasadas las elecciones, el descuento continúa. Son unos 70 empleados, que a US$50 por semana “aportan” un promedio de US$3,500 cada 7 días, unos US$15,166.67 por mes. A quienes han pedido una explicación, el cónsul alega que sigue la baja en las recaudaciones, aunque la sede consular siempre está full de compatriotas que acuden de lunes a sábado en procura de servicios. ¿Qué te parece, Cholito…?
Otra más
Otra más que me llega de los nuevayores, es la situación de la filial del Colegio Dominicano de Periodistas, con la renta de US$350 mensuales por su pequeña oficina en la avenida Saint Nicholas y calle 158, en el Alto Manhattan, que es pagada desde hace más de una década por el consulado, como una colaboración. En la actualidad, hay un atraso de 5 meses y es posible que desalojen al CDP. “Es que no entienden que no hay dinero”, dice el cónsul. ¡Hummm…!
