El candidato socialista Francois Hollande y el presidente de extracción conservadora Nicolás Sarkozy avanzaron a la segunda vuelta de los comicios presidenciales de Francia.
Los votantes franceses desafiaron las expectativas y le dieron un sorprendente tercer lugar a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen, que se postuló con una propuesta de gobierno opuesta a la inmigración, según indicaban los resultados parciales.
Eso podría darle impulso a su influencia en la escena política francesa, obteniendo escaños para su partido en el parlamento, y a la vez afectaría las relaciones con las minorías en Francia y en otras naciones europeas.
En la primera ronda electoral participaron 10 candidatos, lo que fue un referendo sobre la presidencia de Sarkozy en momentos en que a muchos votantes franceses les preocupa el alto nivel de desempleo y el sombrío panorama económico.
Los dos candidatos que obtengan el mayor porcentaje de votos pasarán a la segunda vuelta el 6 de mayo.
Con la mitad de los votos contados, Hollande encabezaba con el 27.6% y Sarkozy le seguía con 26.6%, según las cifras reveladas por el Ministerio de Relaciones Exteriores al cierre de los centros electorales. Le Pen llevaba 19.7% de los votos escrutados hasta el momento.
En cuarta posición estaba el izquierdista Jean-Luc Melenchon con el 10.6%, seguido por el centrista Francois Bayrou, con 9.2% y otros cinco candidatos con un mínimo respaldo.
La participación fue sorprendentemente alta, con un 80% de los votantes inscritos, según proyecciones de las agencias de opinión. La asistencia total en la primera ronda electoral del 2007 fue de casi el 84%, la mayor cifra desde la década de 1970.
El puntaje de Hollande “es bastante bueno. Es un buen resultado en la primera ronda, especialmente si no buscas la reelección”, destacó un legislador socialista y simpatizante de Hollande. l ap
Candidato de los que quieren pasar la página
François Hollande se presentó como el representante “de los que quieren pasar página” y dijo que es consciente de que se le mira “más allá” de las fronteras de Francia. Opinó que su victoria “es una sanción al quinquenio que se cierra”.
Afirmó que es el candidato de “todas las fuerzas que quieren pasar una página y abrir otra donde todos sean tomados en cuenta.
