Diómedes Ubrí Solís, el hombre que intentó quemar a su exesposa y a sus tres hijos, ya tenía un historial de violencia y tres querellas interpuestas en la Fiscalía Barrial. Los vecinos narran que Ivelisse Adames era golpeada frecuentemente por el hombre, quien emprendió la huida tras incendiar la vivienda de su concubina, ocasionando que otras siete casuchas se redujeran a cenizas en el callejón Los Payanos, del barrio Los Guandules, en el Distrito Nacional.
Pedazos de zinc, bases de camas, utensilios de cocina y hojas de libros quemadas era lo único que se observaba en la pequeña porción de terreno donde se levantaban las viviendas.
Hasta la mañana de ayer, ninguna institución del Gobierno había acudido al lugar para brindar asistencia a las 21 personas, pertenecientes a ocho familias, que quedaron a la intemperie a causa del siniestro que, afortunadamente, no cobró ninguna víctima fatal.
“Estamos durmiendo en el piso, en ranchos ajenos, estamos llenos de carbón, que uno ni encuentra ni cómo acostarse”, narró con pesar Oliva Peña Acosta, quien apenas pudo salir con la ropa que tenía puesta y una nieta en brazos tras el incendio acontecido la madrugada de Año Nuevo.
Amarilis Ureña, otra afectada, tampoco pudo salvar nada de sus escasas pertenencias. “Pedimos al señor Presidente que nos ayude, que estamos en la calle y no sabemos qué será de nosotros”.
Ayer varios de los damnificados se encontraban en la Fiscalía Barrial para declarar en contra de Ubrí Solís, mientras que Ivelisse Adames junto a sus tres hijos de 13, 7 y 2 años, permanece en su casa paterna en San Cristóbal.
De su lado, el presidente de la junta de vecinos, Jorge Hernández, culpó a la Justicia de la tragedia. “Solicito al procurador General, Francisco Domínguez Brito, tomar medidas preventivas, no después que los casos suceden, porque esto no debió haber sucedido. Lamentablemente aquí hay un sinnúmero de familias que hoy están en la intemperie, pedimos ayuda”.
