Infanticidio, balas que matan sueños

Santiago. Con gesto de inocencia y una cabecita llena de sueños, Raymi Emmanuel Collado hacía dibujos para su abuela el día antes de que un tiroteo entre bandas acabara con su vida, la que había estrenado hacía apenas tres años.

Santiago. Con gesto de inocencia y una cabecita llena de sueños, Raymi Emmanuel Collado hacía dibujos para su abuela el día antes de que un tiroteo entre bandas acabara con su vida, la que había estrenado hacía apenas tres años.

Raymi Emmanuel se convirtió así en nueva víctima de las bandas rivales que se diputan el control de los puntos de drogas en La Vega y en cuyo enfrentamiento resultaron heridos otros seis parientes del menor.

En la casa número nueve del  sector Villa Esperanza, donde sucedió la tragedia, los vecinos solo hacen condenar el hecho, pues aseguran en esas comunidades son presas de los narcos.

Entre los heridos figura la madre del infante, Johanna Collado, de 27 años y sus hermanas Altagracia y Miriam, quienes permanecen en estado delicado en el hospital Luis Morillo King. También resultaron con heridas de bala Andrés Payero, Carlos Concepción, de 20 años, y José Rafael Castillo (Remmy).

Los residentes de Villa Esperanza han denunciado en varias ocasiones ante La Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas por los constantes enfrentamientos entre bandas rivales por el control de los puntos de drogas en la zona. Por el hecho fueron apresadas dos personas, mientras se persigue a otras solo identificadas como  Millo y Tinto, quienes tan pronto sucedió la tragedia emprendieron la huida.

La vocera de la uniformada en La Vega, la sargento Yudith Blanco, dijo a El Caribe que reforzaron los intentos de captura de los agresores, con la incorporación de más agentes.

Las versiones que tiene la Policía establecen que la familia Collado se encontraba en el patio de su casa cuando los grupos rivales que se disputan el control de los puntos de venta de estupefacientes en el sector se entraron a tiros.

Lo cuidaba desde que era un bebé

De acuerdo con Johanna Collado, la madre del niño asesinado, la disputa vino por una gorra y cincuenta pesos que el novio de una prima le debía a uno de los agresores. Mientras, su abuela llora desconsolada la pena de haber perdido a su nieto a quien cuidaba desde recién nacido y quien había aprendido a  colorear y a menudo le regalaba sus dibujos.

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