Recientemente, de manera fortuita, nos vimos involucradosen una interesante conversación sobre el clima de inseguridad ciudadana queparece ganarle la guerra al Estado en la República Dominicana.
El contertulionos dio toda una cátedra acerca de las causas, los efectos y la realidad que fomenta el temor de la población y la agresividad de los delincuentes en mediod e una situación que ha devenido en convertir en especies de cárceles los hogares enrejados y en paranoia colectiva de las familias que osen salir a la calle o usar algún espacio público sin el riesgo de ser asaltado.
Es una situación penosa. Peligrosa, porque nos pone en la fila donde ya se encuentran naciones como México o el mismo Puerto Rico, cerquita de estos predios en donde las estadísticas dan cuenta de un impresionante auge de los homicidios por drogas o por simple violencia callejera atribuida al estado de inseguridad que aprovechan los enemigos de la paz y del orden para sumir al resto en el miedo, la postración y el caos.
En dicha conversación, el expositor hizo uso de un conocimiento objetivo, certero, puntual sobre el fenómeno en esta nación caribeña.
Es que la violencia, con su secuela de asaltos, robos, violaciones, feminicidios y todo lo que arrastra esa serpiente venenosa de la irresponsabilidad del Estado nos deja este ambiente de inseguridad que debe ser enfrentado con firmeza por partede quienes son escogidos para dirigir a un Estado que da demostraciones de ser fallido, infuncional y hasta oneroso frente a los ojos de una sociedad que cada cuatro años apuesta con el voto por quienes deberían no solo proponer políticas públicas para resolver problemas, sino dar el ejemplo de vocación y capacidad,con la cuota de valentía correspondiente para obtener éxitos en una lucha que tiene que apoyarse en el conocimiento de las causales del problema y junto con ello sumar a la población a esos empeños patrióticos… Esas son impresiones de un conocedor de la problemática, de un intelectual que apostamos no será otro más del montón, nos referimos a mi vecino, don Gedeón Santos, quien probablemente sea parte del próximo gobierno que encabezará Danilo Medina Sánchez. l
