Invidentes ponen a prueba sus capacidades

Mariela Díaz Ramírez vivió ayer una inolvidable experiencia al convertirse en la co-piloto de José González durante la cuarta versión del rally automovilístico del Patronato Nacional de Ciegos, que tuvo como ruta diferentes avenidas y calles…

Mariela Díaz Ramírez vivió ayer una inolvidable experiencia al convertirse en la co-piloto de José González durante la cuarta versión del rally automovilístico del Patronato Nacional de Ciegos, que tuvo como ruta diferentes avenidas y calles de sectores del Distrito Nacional y que culminó en el Jardín Botánico. Díaz Ramírez, una de las 75 personas no videntes, algunas de ellas de nacimiento, que participaron en la actividad, se mostró en principio nerviosa, porque no tenía conocimiento de la ruta a la que fue sometida. “Yo era la persona que guiaba al chofer. No tenía idea del recorrido que íbamos a hacer. Pero al final, junto al piloto, logramos hacer un buen trabajo. En el camino pude ir superando esos nervios y feliz porque todo salió bien”, relató Ramírez, quien es invidente de nacimiento. Ese trabajo desplegado durante el desarrollo del rally, junto al piloto José González, les valió el primer lugar al compilar un total de faltas de 85.

“Es hermoso compartir con este tipo de personas. Supo manejarse, a excepción del inicio, a la perfección durante todo el recorrido. Ella era la encargada de leernos la ruta.

Muchas personas no les dan el valor que ellos en realidad se merecen. Este tipo de actividad es de gran motivación para cada uno de ellos, que a veces pasan mucho trabajo por ser de escasos recursos”, señaló González.

El rally partió de la sede del Patronato Nacional de Ciegos, ubicada en la calle Huáscar Tejeda esquina Correa y Cidrón de la Zona Universitaria. El recorrido tuvo una duración de poco menos de dos horas y una velocidad estimada de 25 kilómetros por horas por calles y avenidas del Distrito Nacional, aprovechando el poco flujo de vehículos por la ciudad. Durante el trayecto, los participantes realizaron ocho paradas con la finalidad de realizar un chequeo ante los jueces apostados en en diferentes puntos del trayecto. En la justa también participaron personas de baja visión, quienes leyeron las instrucciones en el sistema de lecto-escritura Braille al piloto, con la finalidad de desplazarse por las rutas creadas por el ingeniero de logística Roberto Polanco, miembro del Quisqueya Auto Club.

“Una vez más el Patronato Nacional de Ciegos realiza una actividad muy competitiva, donde los co-pilotos ciegos demostraron su aprendizaje y destreza. Cabe señalar que esta es una actividad de precisión, no de velocidad”, sostuvo Polanco. Otra que también disfrutó de la experiencia fue Malcilenny Beltré junto a Darío Pimentel, al volante.

“Emocionada con esto. Me gustaría participar una y otra vez. Aunque padezcamos de este problema, nosotros también podemos hacer cosas que una persona que no padezca de esta situación. Fue bonita la experiencia”, indicó Beltré, quien ocupó el segundo lugar con 85 faltas totales.

Misterioso e interesante

Rosalía Álvarez, directora ejecutiva del Patronato, calificó de “misterioso” el rally porque los participantes desconocen el camino, lo que a su juicio, lo hace más interesante. “La ruta es un misterio”, apuntó Álvarez. “La ruta no la sabe nadie. Ni siquiera la persona ciega que servirá de copiloto leyendo la ruta bajo el sistema Braille. Ellos se la dictan a los pilotos. Es muy interesante”, agregó.

De su lado, Wilfred Mallén, vicepresidente del Patronato Nacional de Ciegos, manifestó que el rally se ha convertido en una actividad muy esperada por los miembros de la entidad, debido a que podrán demostrar una vez más que pueden integrarse a actividades deportivas.

“Esta es una actividad donde ellos pueden compartir y junto a los pilotos vivir esta novedosa experiencia con sus amigos y familiares, ya que es un rally precisamente familiar”, expuso Mallén.

Finalizada la carrera, los ganadores recibieron premios y disfrutaron de una alegre y divertida fiesta celebrada en el domo principal del Jardín Botánico.

El tercer lugar correspondió para la dupla Joan Melenciano (no vidente) y Raquel Vicini con 98 faltas, seguido de la dupla Luis Alfredo Morales-Alberto Francis (110 faltas) y del dúo Joel Luis Valera-Juan Emilio Jiménez (126 faltas). También hubo mención para los lugares del sexto al décimo, respectivamente. El recorrido abarcó los sectores Gazcue, Miraflores, Naco, Esperilla, Paraíso, Ensanche Carmelita, Serralles, Piantini, Quisqueya, Bella Vista, Cacicazgo, El Millón, Los Prados y Jardines del Norte.

El rally contó con el respaldo de las fundaciones Orange y Propagas, Banco Central de la República Dominicana, Banco Popular, Agencia Bella, Productos Chef, Salchichas Emilios, El Catador, Pizzarelli, Helados Bon y Michel´s Pizza, entre otros. 

Sistema de puntuación que se aplicó en el rally

La explicación sobre el método de puntuación estuvo a cargo de Roberto Polanco, de Quisqueya Auto Club. Indicó que en la elaboración de la ruta se utilizó el sistema de cronometro digital (GPS), que compilaba la velocidad de los competidores. “Las normas utilizadas durante todo el trayecto son las mismas a las de un rally profesional. Si un competidor tenía exceso de velocidad, automáticamente se le aplicaba una falta. También si llegaban a la hora no indicada a uno de los puestos de chequeo, eran castigados con otra falta”. expuso Polanco.  

Wilfred Mallén

Esta es una actividad donde ellos pueden compartir y junto a los pilotos vivir esta novedosa experiencia con sus amigos y familiares”

Rosalía álvarez

La ruta no la sabe nadie. Ni siquiera la persona ciega que servirá de copiloto leyendo la ruta bajo el sistema Braille”.

 

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