Los hombres con sentido de historia cierran etapas y se lanzan a recorrer el camino que aparece ausente en su dossier.Phil Jackson es uno de ellos.
Tiene 12 anillos en su cuenta, uno como jugador con los Knicks de Nueva York en la campaña de 1973 y 11 como dirigente: seis con los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen y cinco con los Lakers de Shaquille O´Neal, Kobe Bryant y Pau Gasol.
Aún así quiere más. Eso no es raro. Mientras más tengo más quiero. Ese lema es universal. Aplica a todas las ramas y el deporte no escapa de ello.
Hombre que ha roto esquemas y desafiado óbices de todo tipo, el nativo de Montana tiene una faceta en la que no ha ganado, como ejecutivo, un punto luminoso en las carreras de Jerry West y Pat Riley, dos que de manera individual son merecedores del mote “quintaesencia ganadora”.
Phil ha sido excelente capitán de barco. El reto ahora es convertirse en un arquitecto de lujo, lo que le daría un sitial mucho más elevado en la historia del deporte del aro y el balón.
Por supuesto, eso no se logra de la noche a la mañana. Los reportes de prensa dicen que es un hecho que vuelve a Nueva York, donde comenzó su carrera como jugador en la década de los ‘60, para lidiar con unos Knicks que necesitan una cirugía de reconstrucción mayor.
Me cuesta creer que a sus 68 años, con una residencia en la exquisita Marina del Rey en Los Ángeles, California, decida partir en expedición a Nueva York, la ciudad de prensa implacable que de antemano le advertirá, junto a la fanaticada de los Knicks que no ganan desde 1973, que todo lo que no sea una corona cae en decepción.
No apuesto en contra del inmenso Phil Jackson.
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Y se terminó el vía crucis de Ervin Santana…Pactó con un buen equipo como Atlanta y tiene un escenario de calidad para mostrar que merece varios años de contrato…Manny Machado debió ahorrarse los comentarios sobre lo que Baltimore decidió darle…Ese es el sistema y todos los peloteros lo saben…Luego le llega su momento de pedir lo que quiera.
